El taxi y la berlina

Una caravana de coches, tres de ellos de la polic¨ªa, el resto cargados con secretarias, jefes de imagen y maquilladora, anunci¨® ayer la llegada de Silvio Berlusconi (por el Polo de la Libertad) al estudio televisivo de Roma en el que grab¨® su ¨²ltimo cara a cara con Romano Prodi (por el Olivo). Cinco minutos despu¨¦s, llegaba un destartalado taxi amarillo. Los c¨¢maras de televisi¨®n y fot¨®grafos apostados junto a la puerta no le hicieron caso. Hasta que vieron que de ¨¦l bajaba el, l¨ªder del Olivo, dos ayudantes de prensa y su asesora de imagen en esta campa?a.Las diferencias de gustos entre los dos protagonistas formales de las elecciones qued¨® en evidencia, m¨¢s tarde, cuando Enrico Mentana, el presentador, les pregunt¨® qu¨¦ pensaban del pr¨®ximo cese de Eugenio Scalfari en la direcci¨®n del diario La Repubblica, simpatizante de la izquierda. "No creo que el cese de un director de un peri¨®dico sea fundamental para el futuro del pa¨ªs", respondi¨® Berlusconi, que mantiene con Scalfari una enemistad jurada. "Yo pienso que el cese de un director de un diario, sobre todo si ha sido su fundador, es una noticia importante. Pero adem¨¢s, dudo de que usted lea La Repubblica", replic¨® Prodi. Berlusconi exhibi¨® un ejemplar de ese diario para quejarse de que, en un art¨ªculo sobre estas elecciones, no hab¨ªa publicado el emblema de Forza Italia. Y Prodi un ejemplar de Business Week con su foto en la portada y el t¨ªtulo "Renacimiento de Italia". "Cuando tengas otra igual me la ense?as", dijo.