Las c¨¢maras de televisi¨®n entran por primera vez en las reuniones de los acad¨¦micos de la Lengua
"Limpia, fija y da esplendor". Todav¨ªa es v¨¢lido para los reales acad¨¦micos de la Lengua este viejo lema de la instituci¨®n, pero su instrumental hoy es muy distinto al de hace 300 a?os: ordenadores, diccionario electr¨®nico, CD-ROM... Todos los jueves se re¨²nen en Madrid los 44 jueces de las palabras, a puerta cerrada. Las c¨¢maras del programa de Canal + Abierto en canal han logrado entrar por primera vez en el santa sanct¨®rum de la Real Academia Espa?ola y emite hoy (a las 15.05) lo descubierto en medio a?o de curiosear por las veteranas dependencias y seguir el trabajo de los acad¨¦micos.
M¨¢s de once millones de palabras se han acumulado a lo largo de su existencia en este templo de la lengua castellana, cuyos nuevos oficiantes han sustituido papel y pluma por medios avanzados que, aseguran al idioma "buena salud" y "proyecci¨®n internacional", seg¨²n afirman los escritores y reci¨¦n estrenados acad¨¦micos Antonio Mu?oz Molina y Mario Vargas Llosa.El documental de una hora La ¨²ltima palabra muestra la revoluci¨®n tecnol¨®gica impulsada por el presidente de la instituci¨®n, Fernando L¨¢zaro Carreter; y la satisfacci¨®n del premio Nobel Camilo Jos¨¦ Cela (titular del sill¨®n Q) porque el diccionario de bolsillo "se vende como rosquillas" y porque "es un diccionario de evidencias, de lo que habla el pueblo llano". El escritor Luis Goytisolo (sill¨®n C) cuenta lo arduos que son los debates sobre terminolog¨ªas, y el dramaturgo Francisco Nieva (sill¨®n J) recuerda lo que ocurri¨® con "el alcantarillado an¨ªmico", o sea, el infierno.
El andaluz Mu?oz Molina se muestra contento por trabajar democr¨¢ticarnente en el laboratorio idiom¨¢tico, recogiendo el habla de la calle: "Si perdemos las palabras, perdemos libertad. Y el peruano Vargas Llosa celebra que el mundo latino haya puesto tambi¨¦n su acento al real diccionario.
Por otra parte, el director de La ¨²ltima palabra, Javier Mart¨ªn, descubri¨® ayer en una tertulia, celebrada en una de las librer¨ªas madrile?as de Crisol, los entresijos del reportaje, informa Paz Alvarez. "Han sido seis meses de buceo en esta instituci¨®n, que tiene m¨¢s de 300 a?os de vida. Y hemos visto c¨®mo es una empresa que trabaja con un material tan fr¨¢gil como las palabras. Tambi¨¦n hemos asistido a los rituales de los acad¨¦micos, como son las reuniones secretas para analizar qu¨¦ palabra entra en el diccionario", explic¨® Mart¨ªn. De su estancia en el viejo caser¨®n de la madrile?a calle de Felipe IV, destac¨® el contraste entre el rancio mobiliario del siglo XIX y los ¨²ltimos avances en tecnolog¨ªa. "All¨ª conviven perfectamente los viejos cortinajes con los ordenadores. Y es que de la mano de L¨¢zaro Carreter la Real Academia se ha puesto al d¨ªa", explic¨®.
En el coloquio participaron el periodista y escritor Juan Cruz y el novelista Jos¨¦ Antonio Mill¨¢n. ?ste ¨²ltimo ha colaborado en laparte del documental dedicada al nuevo soporte en CD rom del diccionario de la Real Academia de la Lengua. "El soporte electr¨®nico permite que el lenguaje se consagre como un oce¨¢no en el que se puede navegar, y al que todos los usuarios de la lengua pueden tener acceso", se?al¨® Mill¨¢n.
Por su parte, Juan Cruz, que acababa de visionar el v¨²deo del programa, alab¨® el gesto de la cadena privada al dedicar un espacio televisivo a la cultura. "S¨®lo se habla de este tema cuando se da un premio o se muere alguien. Pero no se hacen informaciones tranquilas sobre la cultura", se?al¨® el escritor canario. Del reportaje destac¨® la imagen de c¨®mo un esc¨¢ner lee una p¨¢gina de Invierno en Lisboa, de Mu?oz Molina, y se?ala todas aquellas palabras no contempladas por la Real Academia.
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