Un atractivo policiaco

Nada conocido por el p¨²blico y en general poco apreciado por la cr¨ªtica, a lo largo de 25 a?os, el realilzador norteamericano Harold Becker ha dirigido una decena de pel¨ªculas, la mayor¨ªa policiacos con bastante inter¨¦s. Tras El campo de cebollas (1979) y Melod¨ªa de seducci¨®n (1988), acaba de estrenar su mejor trabajo, City Hall, que le muestra como un realizador consumado, capaz de codearse con los mejores especialistas en el g¨¦nero.Las razones de su triunfo, del satisfactorio resultado de su trabajo, hay que buscarlas en el control que ha tenido sobre ¨¦l. No s¨®lo es su minucioso director, sino tambi¨¦n uno de sus coproductores. Adem¨¢s de haber sabido rodearse de un buen grupo de brillantes y eficaces profesionales. Desde los actores John Cusack, Danny Aiello y Bridget Fonda entre los protagonistas, y Mlartin Landau y Anthony Franciosa entre los secundarios, hasta los guionistas Bo Goldman, con una impecable trayectoria profesional, y Paul Schrader, tambi¨¦n conocido por sus personales trabajos como director. Sin olvidar al excelente m¨²sico Jerry Goldsmith.

Como los buenos policiales, City Hall comienza por un hecho en apariencia vulgar y cotidiano. Durante un tiroteo en las calles de Nueva York mueren un polic¨ªa y un traficante de droga, pero tambi¨¦n un ni?o negro. La mano derecha del alcalde, su hombre de confianza, comienza a realizar una investigaci¨®n rutinaria y averigua que el traficante era pariente de un poderoso mafioso y que en lugar de estar en la c¨¢rcel cumpliendo una condena est¨¢ en libertad condicional. Esto le lleva a descubrir poco a poco un amplio caso de corrupci¨®n que salpica tanto al poder judicial como al municipal.

Harold Becker no s¨®lo estructura y narra muy bien la compleja historia que encierra City Hall, sino que maneja con gran habilidad los m¨²ltiples elementos que tiene entre sus manos. Desde la arm¨®nica m¨²sica de percusi¨®n creada por Jerry Goldsmith para las escenas de persecuci¨®n, hasta el trabajo de ese excelente actor llamado John Cusack, que es el aut¨¦ntico protagonista y sobre el que recae todo el peso de la pel¨ªcula.

Dentro del brillante y bien ordenado conjunto s¨®lo sobran algunos n¨²meros de histrionismo del a veces excesivo Al Pacino.