Observar los detalles del universo

No es f¨¢cil predecir cu¨¢les ser¨¢n las cuestiones fundamentales en ciencias del espacio dentro de 20 a?os. Sin embargo, la Agencia Europea del Espacio (ESA) estar¨¢ finalizando su programa cient¨ªfico Horizonte 2000 al terminar la, primera d¨¦cada del pr¨®ximo siglo, y ser¨¢ preciso embarcarse en otro que d¨¦ continuidad y aproveche los logros de ¨¦ste para dar un salto m¨¢s all¨¢ en el descubrimiento de los misterios del universo. Este nuevo programa se titula Horizonte 2000 Plus, y uno de sus tres proyectos es la misi¨®n de interferometr¨ªa en el espacio.Cient¨ªficamente es una misi¨®n muy interesante. Hay dos propuestas diferentes que tendr¨¢n que ser analizadas con gran detalle antes de decidir cu¨¢l de las dos es la m¨¢s adecuada: una es de interferometr¨ªa ¨®ptica y la otra de interferometr¨ªa en infrarrojos. La primera (GAIA) permitir¨ªa un salto enorme en astrometr¨ªa, ya que podr¨ªa determinar la posici¨®n de quinientas veces m¨¢s estrellas y con una precisi¨®n doscientas veces mayor que el proyecto Hipparcos.

Detectar¨ªa objetos muy alejados, tales como cu¨¢sares, al poder distinguirlos de estrellas m¨¢s cercanas que los oscurecen, ampliando de esta forma el conocimiento del universo m¨¢s all¨¢ a¨²n de lo que nos est¨¢ mostrando el telescopio Hubble. Adem¨¢s se podr¨ªa inferir la existencia de planetas orbitando otras estrellas al poder detectar variaciones peri¨®dicas infinitesimales de su movimiento regular.

La otra propuesta (Darwin) es tambi¨¦n muy tentadora. Se cree que un interfer¨®metro en infrarrojos podr¨ªa detectar directamente planetas que orbitasen otras estrellas distintas del Sol. Algunos astr¨®nomos opinan que si se dise?a adecuadamente podr¨ªa detectar ozono en planetas similares a la Tierra, se?al de que existir¨ªa vida en esos mundos.

El desarrollo de cualquiera, de los dos proyectos propuestos es un aut¨¦ntico reto tecnol¨®gico. Las t¨¦cnicas de observaci¨®n por interferometr¨ªa est¨¢n basadas en la comparaci¨®n de la luz recibida del mismo objeto, pero a trav¨¦s de dos o m¨¢s, telescopios. La bondad de la observaci¨®n depende de la precisi¨®n con que se conozca la distancia (llamada base) entre los telescopios. El GAIA, interfer¨®metro ¨®ptico, consistir¨ªa- en dos telescopios de medio metro cada uno en una base de. dos metros y medio. La longitud de esta base debe conocerse siempre con una precisi¨®n extraordinaria, algo as¨ª como intentar saber en todo momento la distancia de Madrid a Segov¨ªa, unos cien kil¨®metros, con precisi¨®n de mil¨ªmetros.

Los ingenieros del espacio saben que las vibraciones en los movimientos del sat¨¦lite y las dilataciones por temperatura son mucho mayores qu¨¦ el error permitido en la medida de la base. Como no hay forma de construir -con los materiales conocidos- bases tan r¨ªgidas o desarrollar m¨¦todos de control activo para mantener la longitud de la base dentro, de los l¨ªmites permitidos, ser¨¢ preciso pensar en dise?ar y desarrollar instrumentos de medida internos.

En el caso del Darwin los retos tecnol¨®gicos ser¨ªan a¨²n de mayor . envergadura que en el GAIA. El interfer¨®metro consistir¨ªa en varios telescopios de entre uno y dos metros de di¨¢metro situados en una base de decenas de metros. Como la luz zodiacal debida al polvo que hay en los espacios m¨¢s internos del sistema solar emite fuertemente en infrarrejos, habr¨ªa que situar el interfer¨®metro en una ¨®rbita m¨¢s all¨¢ del cintur¨®n de asteroides.

Los retos tecnol¨®gicos est¨¢n claros, hace falta que la imaginaci¨®n humana se ponga a trabajar para que, dentro de unos a?os, lo que nos parece insoluble hoy sea una realidad. Habr¨¢ problemas a?adidos tales como mengua de presupuestos, a veces presi¨®n indebida y otras incomprensiones. Sin embargo, la empresa merece el esfuerzo.