Nueva York contempla los mejores retratos que Picasso hizo de su entorno familiar
El MOMA expone 221 obras en las que el artista pinta a sus mujeres, hijos y amigos
No hay manera de pararlo. En alg¨²n lugar hay una maquinaria no del todo an¨®nima que hace multiplicarse por s¨ª misma una. y otra vez a la fascinaci¨®n universal por la figura de Pablo Picasso. En Nueva York, donde con cierta regularidad se inaugura una millonaria retrospectiva del pintor, el Museo de Arte Moderno (MOMA) ataca ahora con lo que llaman "la primera recopilaci¨®n exhaustiva" de retratos pintados por el artista de M¨¢laga. Sus mujeres, hijos y amigos, representados en m¨¢s de doscientas pinturas y dibujos que estar¨¢n en Nueva York desde este domingo hasta el 17 de septiembre para luego viajar al Grand Palais de Par¨ªs, dan forma a un gigantesco autorretrato de Picasso.
El comisario de la exposici¨®n, William Rubin, que fue amigo de Picasso, explica a la entrada de la muestra que a menudo "los retratos dicen m¨¢s sobre el artista que sobre el sujeto retratado", y pone en boca del pintor la afirmaci¨®n de que "el artista siempre se pinta a si mismo".La m¨¢xima proviene originalmente de Leonardo da Vinci, y el MOMA consigue demostrarla con 221 trabajos que abarcan toda la trayectoria profesional de Picasso. Muchos de los cuadros se exponen al p¨²blico por primera vez. Los sucesivos experimentos pict¨®ricos, los estados de ¨¢nimo, las dudas, los fracasos y la euforia de Picasso respiran bajo la mirada, los gestos y los colores de todas sus compa?eras sentimentales, sus padres, los coleccionistas Gertrude Stein y Wilhelm Uhde, el poeta y cr¨ªtico Guillaume Apollinaire o el compositor Igor Stravinsky. Aparte de que, como experiencia visual separada de su intenci¨®n de an¨¢lisis hist¨®rico, la exposici¨®n Picasso y los retratos: representaci¨®n y transformaci¨®n constituye una experiencia visual irresistible.
Rubin, que lleva ya cuatro grandes retrospectivas de Pablo Picasso en su curr¨ªculo, explica en el cat¨¢logo de la muestra que ¨¦sta cubre "un aspecto que relativamente ha sido poco estudiado en su enorme obra, y hace posible explorar el rico panorama de invenci¨®n, simbolismo y emoci¨®n que impulsaba su genio art¨ªstico. Pablo Picasso redefini¨® los par¨¢metros y las posibilidades del retrato m¨¢s que ning¨²n otro pintor de la era moderna. Lo transform¨® de un documento primariamente objetivo a uno francamente subjetivo".
Sus mujeres
Picasso pint¨® la mayor¨ªa de sus retratos a partir de fotos o confiando en su propia memoria, sin recurrir a modelos posando m¨¢s que en contadas ocasiones. Como excepci¨®n, son famosas las 90 sesiones que le concedi¨® su marchante y coleccionista Gertrude Stein. Nadie crey¨® que la pintura resultante fuera fiel a la realidad, pero Picasso contestaba que no hab¨ªa que alarmarse, pues Stein acabar¨ªa pareci¨¦ndose al cuadro tarde o temprano. Cuando Picasso abandon¨® a Dora Maar, su tercera mujer, ¨¦sta dijo que sus retratos eran "mentiras". "Eran cuadros de Picasso", aseguraba la fot¨®grafa.Las mujeres de Picasso son, de nuevo, el eje fundamental de esta exposici¨®n. Las pasiones iniciales y los distintos grados de la posterior estabilizaci¨®n o desaparici¨®n de esas pasiones que marcaron sucesivamente sus relaciones con Olga KhokhIova, Marie-Th¨¦r¨¦se Walter, Dora Maar, Fran?oise Gilot y Jacqueline Roque, se leen a trav¨¦s de las salas como un detallado diario de su vida y a la vez como un manual de gram¨¢tica art¨ªstica elemental. Picasso y los retratos: representaci¨®n Y transformaci¨®n recopila cuadros de colecciones de todo el mundo seleccionados por Rubin en colaboraci¨®n con H¨¦l¨¦ne Seckel, del Museo Picasso en Par¨ªs, y con la R¨¦union des Mus¨¦es Nationaux de esa misma ciudad. En el Grand Palais podr¨¢ verse a partir de octubre una versi¨®n algo reducidia de la muestra.
Puede resultar ins¨®lito ver el nombre del c¨®mico estadounidense Steve Martin asociado a la muestra, como narrador del tour ac¨²stico. Sin embargo, Martin, coleccionista y experto en arte moderno, es el autor de la obra teatral Picasso en el Lapin Agile sobre un ficticio encuentro del pintor con Albert Einstein en ese caf¨¦ parisino, que ha tenido un tremendo ¨¦xito en Nueva York y que se va a llevar al cine.
Este a?o se estrenar¨¢ tambi¨¦n la pel¨ªcula sobre Picasso que ha dirigido James Ivory con el actor Anthony Hopkins en el papel protagonista. Quien soporte las previsibles colas que esta primavera van a rodear el edificio del MOMA tendr¨¢ a su disposici¨®n por primera vez en un solo espacio los cuadros m¨¢s o menos acad¨¦micos de su familia y amigos que Picasso empez¨® a pintar a comienzos de siglo; la. lucha entre el neoclasicismo, el cubismo y el arte ib¨¦rico de la ¨¦poca de Olga KhokhIova; el surrealismo de los a?os veinte y treinta, que toc¨® a Marie-Th¨¦relse Walter y la musa surrealista Dora Maar; la rara exuberancia vegetal con que pint¨® a Fran?oise Gilot en 1946 "homenajeando" a Matisse; la definitiva explosi¨®n de t¨¦cnicas y estilos de los cuadros que dedic¨® a su ¨²ltima mujer, Jacqueline Roque (el grupo de retratos m¨¢s amplio de la muestra, de la d¨¦cada de los sesenta), y, finalmente, una colecci¨®n de autorretratos, ¨¦stos ya en el sentido estricto del t¨¦rmino, de ochenta a?os en la vida del pintor.
"Ahora creo que puedo haber dado con algo", dijo Picasso sobre los tres autorretratos simiescos que se dibuj¨® a cera en 1972, pocos meses antes de fallecer.
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