? Quebec!
Nuestro presidente Pujol sue?a con hacer de Catalu?a otra Quebec tras abandonar la idea de un Principado b¨¢ltico. En este pr¨®ximo mes de julio visitar¨¢ el Canad¨¢ franc¨¦s y, como yo vengo de aquellas partes, les cuento.Se me agolpan las ideas e impresiones recibidas en esas tierras tan acogedoras. Me contentar¨¦ con comentar que el Quebec va por delante de nuestro Principado en lo constitucional y por detr¨¢s en lo econ¨®mico. Tambi¨¦n destacar¨¦ que, en una Federaci¨®n tan descentralizada como el Canad¨¢, cada provincia es un hecho diferencia? y hace el caf¨¦ a su peculiar manera.
La provincia franc¨®fona de las flores de lis ha votado recientemente en un refer¨¦ndum sobre si el Gobierno de Quebec deb¨ªa o no abrir conversaciones para conseguir "un acuerdo de asociaci¨®n" con la Federaci¨®n canadiense. El texto de la pregunta a?ad¨ªa que s¨®lo si al cabo de un a?o no se llegaba a tal acuerdo se proclamar¨ªa la independencia. Como en Am¨¦rica nada puede esconderse se ha sabido que el premier del Quebec, monsieur Parisot, hab¨ªa grabado un discurso para el caso de que hubiera triunfado el "s¨ª", en el que declaraba la independencia unilateralmente. Es t¨ªpico de los nacionalistas el utilizar las aspiraciones de los ciudadanos normales para poner mano en todas las palancas del poder, una tras otra, hasta ocuparlo todo, desde la cultura hasta la econom¨ªa, pasando por las embajadas.
En lo econ¨®mico, Quebec no es Catalu?a. Es la provinc¨ªa que m¨¢s transferencias recibe, por su relativo atraso frente a Ontario, y sobre todo frente a las provincias del salvaje oeste, donde la proporci¨®n de inmigrantes de Asia pasa- a veces del cuarto de la poblaci¨®n. El 42% de? fondo de igualaci¨®n va a parar al Quebec y el total esa provincia sigue siendo el mayor, incluso si incluimos las transferencias del sistema de Salud y Seguridad Social, todo ello pese a que s¨®lo cuenta con el cuarto de la poblaci¨®n. Adem¨¢s, la deuda p¨²blica de Quebec es la de mayor proporci¨®n sobre su producto, y eso en un pa¨ªs en que la ratio de deuda/PIB se viene manteniendo por encima del 70% desde el a?o 93.
El "no" al refer¨¦ndum gan¨® al "s¨ª"una diferencia de 50.000 votos y eso ha paralizado las inversiones en Quebec y hundido el mercado inmobiliario. El problema financiero de la provincia estaba en que no pod¨ªa reequilibar su presupuesto como va a hacerlo (temporalmente) el se?or Alavedra en Catalu?a, con una mayor participaci¨®n en los ingresos fiscales del Estado.
Las provincias del Canad¨¢ obtienen con ingresos propios el 51% del ingreso p¨²blico total de la Federaci¨®n, y eso antes de las transferencias a dichas provincias, que suponen al menos otro 11% m¨¢s del gasto p¨²blico total. Como pueden ver, no es el control de las propias finanzas lo que aplaca su sed de autonom¨ªa.
Para los pol¨ªticos auton¨®micos puede ser irresistible la tentaci¨®n de detentar el poder en una naci¨®n independiente que sin embargo se refugia en las transferencias sociales de alg¨²n organismo transnacional y asegura su defensa refugi¨¢ndose tras las faldas de alg¨²n vecino poderoso. Antes del refer¨¦ndum a los quebe?ois los nacionalistas les prometieron que conservar¨ªan la moneda y el pasaporte canadienses...
Los nacionalistas del Quebec reprochan al resto del Canad¨¢ que no tienen nada que reprocharle. La autonom¨ªa cultural es completa. La Administraci¨®n federal emplea dos idiomas. El respeto a la segunda nacionalidad es casi religioso. Pero ocurre que la diversidad del Canad¨¢ se acent¨²a.
Las naciones indias votaron "no" en el refer¨¦ndum. Los inmigrantes chinos, coreanos, indios, del oeste viven su relaci¨®n con los tigres del Pac¨ªfico. En ese sistema federal, cada provincia tiene su hecho diferencial. ?Por qu¨¦ no probamos en Espa?a un federalismo a la canadiense en vez de privilegiar a vascos, navarros y catalanes?
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