Shakespeare, el mejor guionista del mundo
Kenneth Branagh finaliza una versi¨®n ¨ªntegra de 'Hamlet' con un presupuesto superior a los 18 millones de d¨®lares
Los porqu¨¦, c¨®mo y d¨®nde rodar Hamlet son interrogantes del pasado. Despu¨¦s de cuestion¨¢rselo durante a?os, Kenneth Branagh se sumergi¨® en la adaptaci¨®n cinematogr¨¢fica del texto completo de la tragedia de Shakespeare. Un reparto de estrellas acompa?a al director y actor brit¨¢nico en este proyecto ¨¦pico, presupuestado en m¨¢s de 18 millones de d¨®lares, cuya duraci¨®n superar¨¢ las tres horas y media."Ya no se por qu¨¦ he hecho ¨¦ste Hamlet, salvo porque estaba obligado a hacerlo. No puedo creer que haya llegado el momento de contar una historia que me fascina desde,1972", dice Branagh, que alcanza con ¨¦ste (sus exteriores se rodaron en los jardines del palacio de Blenheim) su s¨¦ptimo largometraje. El cineasta brit¨¢nico confiesa que perdi¨® en este rodaje toda noci¨®n de tiempo y espacio.
Su esp¨ªritu parece imbuido por el personaje central de la tragedia que, adem¨¢s de dirigir, interpreta frente a las c¨¢maras. Es dificil dialogar con Branagh de este su ¨²ltimo trabajo, pues fiel al estilo del pr¨ªncipe dan¨¦s, son los largos mon¨®logos los que dominan su forma de expresi¨®n.
Branagh sit¨²a su Hamlet en la Europa n¨®rdica de finales del siglo XIX, cuando el Viejo Continente redefin¨ªa sus fronteras y el mundo cortesano brillaba en elegancia y encanto. "Es una ¨¦poca suficientemente distante para que aceptemos que la gente hable de forma rara", bromea sobre el ingl¨¦s de Shakespeare, "y cercana a la fascinaci¨®n que sentimos por el mundo de las revistas del coraz¨®n y los reportajes rosas sobre la realeza".
La corrupci¨®n, escondida bajo la impecable fachada de la corte danesa, e incluso, asegura el realizador, la preocupaci¨®n que se aprecia en el texto por el modo en que deben comportarse los representantes mon¨¢rquicos, conecta esta vieja leyenda con la realidad contempor¨¢nea. "Se les presiona para que parezcan una familia ejemplar y ahora mismo tenemos un ejemplo muy claro de las consecuencias que acarrea tener como modelo a una familia real que se enfrenta a continuas rencillas dom¨¦sticas bajo los focos", compara sin mencionar a los Windsor.
Respaldado por el ¨¦xito de Enrique V, la pel¨ªcula que le elev¨® al rango de grandes cineastas, este norirland¨¦s, de 36 a?os, se distancia estil¨ªstica y formalmente de las anteriores adaptaciones de Hamlet: adem¨¢s de las varias mudas, las de Laurence Olivier, en 1948; Grigori Kozintsev, en 1964; Tony Richardson, en 1969, y Franco Zeffirelli, en 1991. Su producci¨®n incluye el texto completo de la pieza teatral m¨¢s larga de Shakespeare, que Branagh calcula en cuatro horas de di¨¢logo y que los productores quieren concretar en un filme ¨¦pico de tres horas y media. de duraci¨®n.
"Estoy obsesionado con el di¨¢logo, porque nos enfrentamos a cuatro horas de maldita conversaci¨®n. Busco un estilo cinematogr¨¢fico ¨²nico que deje espacio a tantas palabras. Los elementos visuales, por muy agradecidos que sean, s¨®lo tienen cabida si funcionan a favor del di¨¢logo. Persigo la simplicidad tanto en la narrativa como en la interpretaci¨®n", insiste. El motor de arranque a su viejo sue?o dio las primeras chispas tras el ¨¦xito comercial de Mucho ruido y pocas nueces. Las grandes productoras comenzaron a financiar entonces sucesivos proyectos shakespearianos como Otelo y Ricardo III, entre los m¨¢s recientes estrenos mundiales. Para Branagh, la luz verde a Hamlet fue consecuencia de la buena acogida de su anterior filme, En lo m¨¢s crudo del crudo invierno.
Branagh justifica su doble funci¨®n -director y protagonista- en la necesidad de lograr el consenso respecto a la aproximaci¨®n e interpretaci¨®n de cada detalle de la tragedia. "La obra completa contiene numerosos viajes, y los implicados conspiran hasta crear un todo exquisitamente rico. Es dificil encontrar la combinaci¨®n de actores y realizador que coincidan en su visi¨®n de Hamlet. No en vano llevo diez a?os discutiendo el papel de Claudio con Derek Jacobi y siete a?os hablando de Polonio con Richard Briers. Este proceso implica un esfuerzo previo de direcci¨®n y, llegada la hora de la verdad, no tiene sentido relegarlo en otra persona", afirma.
La pel¨ªcula est¨¢ casi ultimada, pero su responsable quiere ver publicada una advertencia que repite hoy en sucesivas ocasiones: "No volver¨¦ a rodar y actuar¨¦ en el mismo proyecto nunca m¨¢s. Ech¨¢dinelo en cara si me los veis hacer en el futuro", asegura Branagh. Su reticencia se debe quiz¨¢ al fracaso comercial de Frankenstein, pero m¨¢s a la dificultad de llevar al hombro ambas responsabilidades: "Me resulta terriblemente dif¨ªcil, y esto es, sin duda, lo m¨¢s complicado que he hecho en mi vida. Es para volverse tan loco como Hamlet, dice.
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