Un perturbado se prende fuego en una sala de control del CERN

Nicolas Blazniau, un antiguo empleado, entr¨® ayer por la noche en la sala de control de uno de los aceleradores del Laboratorio Europeo de F¨ªsica de Part¨ªculas (CERN), junto a Ginebra, expuls¨® a las seis personas que estaban all¨ª trabajabando, roci¨® todo con gasolina y amenaz¨® con autoinmolarse si no era recibido por la direcci¨®n del centro. Tres horas despu¨¦s la polic¨ªa entr¨® en la sala para reducirle, momento en que Blanzniau se prendi¨® fuego. Los agentes lo apagaron inmediatamente y el incidente concluy¨® sin da?os personales ni materiales.

Blanzniau protagoniz¨® otro incidente hace un a?o en el CERN, cuando destruy¨® y sustrajo piezas electr¨®nicas clave de un acelerador de part¨ªculas. Apresado por la polic¨ªa, fue ingresado tres semanas en un centro psiqu¨ªtrico. "Ayer exig¨ªa ser recibido por las autoridades del laboratorio, aunque no estaban claras sus peticiones", declar¨® un portavoz del CERN.Tras el. primer incidente, el antiguo empleado escribi¨® dos cartas pidiendo una reuni¨®n con el director del CERN y afirmando no entender el motivo de su despido. Blanzniau hab¨ªa amenazado repetidas veces a su esposa, empleada del centro, donde trabajan 16.000 personas.

Ayer, psic¨®logos de la polic¨ªa suiza y el jefe de aceleradores del CERN intentaron negociar con Blanzniau, atrincherado hasta la doce de la noche en la sala de control del acelerador PS, donde hab¨ªa rociado con gasolina el suelo, los ordenadores y sus ropas. Al final, los agentes entraron pertrechados con cinco extintores y el desequilibrado se prendi¨® fuego, siendo inmediatamente apagado. La polic¨ªa se llev¨® a Blanzniau.

"Esto es como una universidad y cada d¨ªa entran cientos de personas", dijo el portavoz del CERN. "Hay instalaciones de alta seguridad y est¨¢n debidamente protegidas, pero la mayor¨ªa son ¨¢reas normales de trabajo".