Major dice que ganar¨¢ las pr¨®ximas elecciones generales pese al hundimiento en las locales
Las p¨¦rdidas han sido severas pero no catastr¨®ficas. ?ste era el mensaje transmitido ayer desde el cuartel general tory, en un intento desesperado de minimizar la p¨¦rdida de 567 concejales, la mitad de los que defend¨ªan, en las elecciones locales inglesas del jueves. En la ¨²ltima gran cita con las urnas antes de las generales del a?o pr¨®ximo, los tories rozaron el tercer puesto, coloc¨¢ndose con un 27% de los votos s¨®lo un punto por delante de los liberal-dem¨®cratas, mientras el Partido Laborista confirmaba su superioridad, con el 44%. Aunque "decepcionado", el primer ministro, John Major, rest¨® importancia al descalabro, "que no es ni remotamente una gu¨ªa de las pr¨®ximas elecciones" a las que piensa concurrir y que, insiste, va a ganar.
Las respuestas de Major fueron fluidas, como corresponde a un primer ministro que ha acabado por adaptarse a las permanentes derrotas pol¨ªticas. La del jueves, en la que al menos se supero por dos puntos la profunda sima en que cayeron los conservadores en las elecciones locales del a?o pasado, se sit¨²a en una dif¨ªcil frontera. Analistas y expertos variados en la compleja trama del partido tory hab¨ªan considerado digerible una p¨¦rdida de 500 concejales. A partir de ah¨ª empezar¨ªan a encenderse las se?ales de peligro para el l¨ªder conservador. Lo cierto es que en la quema del jueves cayeron 76 concejales por encima de aquel tope y nadie sabe cu¨¢nto tiempo tardar¨¢n en agitarse de nuevo las aguas tories.
Al menos, las bases tuvieron una ¨²nica recompensa: los conservadores lograron salvar tres de los cuatro ayuntamientos que defend¨ªan con u?as y dientes. Runnyrnede, el cuarto y m¨¢s fr¨¢gil basti¨®n, cay¨® despu¨¦s de una larga lucha en el recuento final.
M¨¢s grave que esa peque?a p¨¦rdida fue la conquista de Basildon, la denominada capital de Margaret Thatcher en los a?os ochenta, por los laboristas, que consiguieron alzarse tambi¨¦n con el control de Peterborough, una localidad representada en el Parlamento de Westminster por el presidente del Partido Conservador, Brian Mawhinney, y con Cherwell, donde, por cierto, se encuentra el mercado de ganado de Banbury, uno de los m¨¢s afectados por la crisis de las vacas locas.
Los colores rojos incendiaron la noche en numerosas localidades del sureste, mientras los laboristas afianzaban su control en los ayuntamientos de la pr¨¢ctica totalidad de los 36 distritos metropolitanos que ayer renovaban un tercio de su composici¨®n. Manchester, Birmingham, Sheflield, Leeds, U¨ªverpool -por no hablar de Oxford, donde los tories han sido literalmente barridos del ayuntamiento- permanecieron en manos laboristas.
Un resultado espl¨¦ndido, pero no todo lo abultado que proyectaban los l¨ªderes del partido a tenor del triunfo absoluto del a?o pasado. En esta ocasi¨®n han extendido su control a otros 11 ayuntamientos m¨¢s, con lo que los laboristas pasan a controlar el 48% de los municipios brit¨¢nicos, y han engrosado las filas de sus concejales con 459 M¨¢s. Pero las esperanzas estaban puestas en superar la barrera de los 500. Quiz¨¢s por ello, un comedido Tony Blair neg¨® que el partido contemple con complacencia estos resultados. "Est¨¢ claro que hay que seguir trabajando", dijo.
Blair rest¨® importancia a otro factor clave: la abstenci¨®n fue la gran triunfadora. Apenas pas¨® por las urnas un 30% de los 10 millones de votantes convocados para elegir a unos 3.000 nuevos concejales en 150 ayuntamientos de Inglaterra, excluido Londres. "Las elecciones locales son siempre as¨ª", dijo el l¨ªder laborista, que hizo especial hincapi¨¦ en. los 17 puntos de ventaja que saca su partido a los conservadores a doce meses de la consulta crucial.Los tories empezar¨¢n a probar el. sabor de la derrota en las 11 circunscripciories parlamentarias en cuyos ayuntamientos no existen desde el jueves representantes del partido.
Ayer un exultante Paddy Ashdown calificaba la jornada como la "m¨¢s triunfal" de la historia liberal-dem¨®crata. Ten¨ªa raz¨®n. El tercer partido parlamentario se apropi¨® del hist¨®rico feudo tory de Turibridge Wells, en una escalada de triunfos notables en el sur de Inglaterra. En total gobernar¨¢n en seis ayuntamientos m¨¢s y dispondr¨¢n de 147 nuevos concejales. Todo ello, naturalmente, a costa de los conservadores.
"Est¨¢s fuera,John"
John Major abandon¨® ayer Londres camino de una nueva cumbre en Rusia con el sabor amargo de la derrota en los labios. Los peri¨®dicos nacionales, uno tras otro, ofrec¨ªan un preocupante veredicto sobre las perspectivas de supervivencia de un partido que, a juicio de los analistas pol¨ªticos, aparece gastado, divido y confuso. Sin embargo, ning¨²n titular fue tan lejos como el del m¨¢s popular tabloide, The Sun, tradicional soporte de los tories. En grandes letras el diario le advert¨ªa a Major "Est¨¢s fuera, John". Fuera, se entiende, del n¨²mero 10 de Downing Street.Sin embargo, ya juzgar por las declaraciones de ayer d¨¦ algunos de los mayores adversarios del primer ministro, como su ex contendiente John Redwood, parecer¨ªa que un soplo de sensatez ha circulado ¨²ltimamente entre las filas tories. Redwood hizo, cosa extraordinaria, una cr¨ªtica sensata de los resultado. "El partido necesita escuchar y aprender", dijo, y habl¨® de lealtad, unidad y sentido del destino. Redwood. hablaba tras ver c¨®mo el control del municipio de su circunscripci¨®n, Wokingham, ca¨ªa en manos de los liberal-dem¨®cratas.
M¨¢s tarde, el derechista ministro de Defensa, Michael Portillo, reiter¨® su confianza en el l¨ªder ("al que todos debbemos apoyar"), y. en las posibilidades de un futuro triunfo electoral ("si somos capaces de seguir adelante con nuestra pol¨ªtica"). La noche anterior, el n¨²mero dos del Gobierno, Michael Heseltine, expres¨® tambi¨¦n su convicci¨®n en John Major: "Seguir¨¢ siendo nuestro l¨ªder y con ¨¦l ganaremos las pr¨®ximas elecciones generales".
Ninguna de esas grandes frases para las c¨¢maras de televisi¨®n puede o cultar la crisis de unidad de los conservadores, la m¨¢s aguda en la larga historia del partido, seg¨²n la mayor¨ªa de los estudiosos pol¨ªticos.
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