China exige condiciones de gran dureza para enviar pandas gigantes

Las conversaciones con el Gobierno chino para que otro panda gigante venga al Zool¨®gico de Madrid se presentan duras, a la vista de lo que pas¨® con la novia de Chu-Lin, valioso ejemplar fallecido la semana pasada. Entre las complicadas negociaciones con otros Gobiernos que tuvo que realizar el ex ministro de Agricultura Luis Atienza en la pasada legislatura no s¨®lo figuraron las de Canad¨¢ por el conflicto del flet¨¢n y Marruecos por el acuerdo de pesca. Tambi¨¦n estaba sobre la mesa la pareja de Chu-Lin.

Del Zoo de Madrid lleg¨® la petici¨®n, avalada por la Casa Real, para que Agricultura se hiciera cargo de las negociaciones con el Gobierno chino, pues deb¨ªan hacerse de Gobierno a Gobierno. Los departamentos de Investigaci¨®n y Conservaci¨®n de la naturaleza no pusieron objeci¨®n a respaldar el tr¨¢mite. Pero la sorpresa estaba por llegar. Las cl¨¢usulas del contrato chino eran leoninas y, sobre todo, muy caras, seg¨²n han comentado altos responsables del Ministerio.Ped¨ªan de todo. Entre las exigencias de donativos al programa chino de conservaci¨®n de este animal, los requisitos del transporte del animal y las condiciones de su residencia en Madrid, m¨¢s los obligados viajes de un equipo de bi¨®logos y veterinarios que siguiera sobre el terreno la adaptaci¨®n de la hembra a su nuevo h¨¢bitat y pareja, y visitas peri¨®dicas posteriormente, la transacci¨®n sentimental se pon¨ªa en un pico de docenas de millones de pesetas.

Los expertos de Agricultura emitieron un informe recalcando que avalaban cient¨ªficamente la operaci¨®n, pero no econ¨®micamente, que desembolso tal puede hacerse con especies de la fauna aut¨®ctona ib¨¦rica amenazada -como linces, ¨¢guilas imperiales y osos pardos-, pero no con un animal que, a fin de cuentas, no deja de ser de zoo y ex¨®tico en Espa?a.

Aunque luego el zool¨®gico asumi¨® buscar fondos para dichos gastos, tan duras negociaciones impidieron que a Chu-lin le llegara una novia a tiempo. Y es que el Gobierno chino no trata a la ligera todo lo relacionado con los pandas gigantes, pues en estado salvaje queda s¨®lo un millar, y solamente dentro de este pa¨ªs. El h¨¢bitat del panda se ha reducido a la mitad de su territorio en los ¨²ltimos 20 a?os; sobre todo por actividades humanas, que han mermado los bosques de bamb¨², su alimento b¨¢sico.

Las exigencias monetarias se explican porque las autoridades de la provincia de Sichu¨¢n, al suroeste del pa¨ªs, pusieron en marcha en 1992 un programa de m¨¢s de 6.000 millones de pesetas en un plazo de 10 a?os para recuperar la especie. Ese dinero no puede salir de las arcas chinas. Para demostrar que va en serio el proyecto contempla incluso el traslado de 5.000 campesinos y 18 empresas forestales para dar la m¨¢xima protecci¨®n a esas ¨¢reas. El 80% de los pandas gigantes habita en los bosques de las monta?as de los alrededores de Chengd¨², capital de Sichu¨¢n.

Si China ha llegado a dictar varias sentencias de muerte a campesinos por matar furtivamente pandas, ?c¨®mo no iba a ponerse dura en enviar estos animales fuera? En junio de 1993, por ejemplo, ejecutaron a dos agricultores por traficar con pieles de este animal. A lo largo de 1992, otras seis personas pagaron con la pena capital por haber disparado contra pandas.

La carne y piel de este animal en los mercados de Hong Kong se cotiza hasta m¨¢s de cinco millones de pesetas por ejemplar.