Los verdes campos del Ed¨¦n
Los verdes campos del Ed¨¦n son mi forma metaf¨®rica de denominar a los campos de golf para los practicantes que hayan superado los sesentaycinco o m¨¢s abriles y se encuentren en aptitud biol¨®gica para poder introducir la pelotita veloz en los hoyos del green. El golf representa, en este particular, el reposo psicol¨®gico del guerrerro en su estado crepuscular que le proporciona tranquilidad y ejercicio f¨ªsico comedido. Se trata, dicho en t¨¦rminos literarios, de una nueva b¨²squeda del tiempo perdido. El golf es motivo de agradables conviviencias y promotor de nuevas relaciones sociales. Invita a practicar el peripat¨¦tico coloquio deportivo.El golf contribuye artificialmente, a la mejor¨ªa del paisaje ecol¨®gico, con la implantaci¨®n de hermos¨ªsimas manchas de c¨¦sped, muy cuidadas. El golf genera puestos de trabajo bien retribuidos y es fuente de ingresos muy importantes. El golf es une de los deportes con mayor talante democr¨¢tico, porque su reglamento permite, mediante el truco del handicap, la competencia equilibrada entre campeones y aficionados incipientes.
Me preocupan mucho las sofoquinas que agarran algunos de mis amigos en tan noble lid, al no ser comedidos a la hora de administrar sus capacidades energ¨¦ticas. Les aconsejar¨ªa 18 hoyos en competici¨®n a la semana, por considerarlo cosa sana; el resto de los d¨ªas, caldos, entrenamientos y partidos intrascendentes.
A modo de estrambote: de Escocia hemos importado su juego nacional y su whisky, ampliamente asumidos por los espa?oles. Resultar¨ªa reconfortante ver torear a Jesul¨ªn en la temporada taurina de Edimburgo, en justa correspondencia a tanto entusiasmo.-
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