Coalici¨®n Canaria sugiri¨® al PNV unirse ante el monoplio de CiU con el Gobierno
Coalici¨®n Canaria (CC) sugiri¨® al Partido Nacionalista Vasco (PNV) la creaci¨®n de un frente com¨²n para frenar la hegemon¨ªa de Converg¨¦ncia i Uni¨® (CiU) en su relaci¨®n con el Gobierno del PP. Fue en el curso del encuentro que tuvieron en Bilbao los dirigentes de CC, Jos¨¦ Carlos Mauricio y Victoriano R¨ªos, con los del PNV, Xabier Arzalluz e I?aki Anasagasti, en la semana de Pascua. Todo, qued¨® en un marco de ambig¨¹edad, pero tanto nacionalistas vascos como canarios expresaron su voluntad de no dejarle pasar una a Jordi Pujol.
La conversaci¨®n no qued¨® a humo de pajas. Durante el debate de investidura de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, el portavoz del PNV, I?aki Anasagasti, record¨® desde la tribuna de oradores que CiU no era tan esencial como se cre¨ªa y que los dem¨¢s partidos nacionalistas, junto con el PSOE e IU, reun¨ªan votos suficientes para promover una moci¨®n de censura. Al d¨ªa siguiente era Jos¨¦ Carlos Mauricio, de Coalici¨®n Canaria, quien recordaba a Pujol que con 16 esca?os no se pueden decidir los destinos de Espa?a.?Por qu¨¦ esa reprimenda p¨²blica a Pujol y su partido desde otras fuerzas nacionalistas? El motivo inmediato eran unas declaraciones de Pujol en las que recordaba al PP y a los grupos nacionalistas que su partido ten¨ªa la llave de la gobernabilidad.
Las manifestaciones de Pujol encendieron las luces de alarma en los nacionalistas vascos y canarios, que decidieron evitar a toda costa que se repitiera lo que sucedi¨® en el comienzo de la legislatura anterior, en1993. Entonces, el portavoz de CiU en el Congreso, Miquel Roca, exigi¨® al portavoz socialista, Carlos Solchaga, el monopolio de la relaci¨®n parlamentaria, aprovech¨¢ndose que con sus esca?os le otorgaba la mayor¨ªa absoluta.
Las tornas han cambiado. En esta legislatura, el PP ya no consigue s¨®lo con CiU la mayor¨ªa absoluta, y los nacionalistas vascos y canarios est¨¢n dispuestos a hacer valer su fuerza. No es ninguna novedad. Desde la reinstauraci¨®n de la democracia en Espa?a, las relaciones entre nacionalistas se han guiado siempre por la fuerza y no precisamente por la fraternidad.
La realidad desmiente la apariencia de unas buenas relaciones entre CiU y el PNV. La colecci¨®n de agravios mutuos se ha acumulado a lo largo de los a?os, desde el comienzo del debate constitucional, en que Miquel Roca monopoliz¨® la representaci¨®n nacionalista en la ponencia. El PNV nunca se sinti¨® representado por el portavoz de CiU y siempre juzg¨® negativa su gesti¨®n por considerarla insuficiente desde el punto de vista nacionalista.
La negociaci¨®n de los estatutos de autonom¨ªa tambi¨¦n levant¨® chispas, cuyas huellas se dejan notar hoy. Los nacionalistas catalanes, con la perspectiva de la historia, creen que negociaron su Estatuto peor que lo hicieron los vascos. Miquel Roca, por ejemplo, no negoci¨® una polic¨ªa auton¨®mica integral como los vascos. Siempre dijo que no quer¨ªa tener la represi¨®n en la mano. Hoy, la Generalitat catalana se esfuerza' por aumentar sus competencias policiales, mientras el Gobierno vasco dispone ya de una polic¨ªa integral, basada en el desarrollo del Estatuto de Gernika.
Pero ha sido el Concierto Econ¨®mico la piedra de toque de los agravios desde CiU. Pujol siempre consider¨® que era una antigualla su recuperaci¨®n por el PNV como f¨®rmula de financiaci¨®n auton¨®mica. Posteriormente, se ha tenido que arrepentir muchas veces de aquella aseveraci¨®n, y en la reciente negociaci¨®n con el PP, CiU ha vuelto a envidiar al PNV por saber profundizar en el Concierto Econ¨®mico. Tanto, que hizo peligrar la propia negociaci¨®n.
Para colmo, el Estatuto de Gernika entr¨® en el registro de la C¨¢mara antes que el de Sau, con lo que protocolariamente, el lehendakari vasco siempre figura por delante del honorable catal¨¢n en la relaci¨®n de presidentes auton¨®micos. Una cuesti¨®n que Jordi Pujol lleva muy mal porque concede enorme importancia al protocolo.
La Operaci¨®n Reformista, en 1986, protagonizada por Miquel Roca en un intento del nacionalismo catal¨¢n de jugar a fondo en la pol¨ªtica espa?ola, no cont¨® con el concurso del PNV, pese al inter¨¦s de CiU de comprometerle.
Pero CiU pas¨® factura. Por ejemplo, se opuso a formar candidaturas conjuntas con los nacionalistas vascos para las elecciones europeas de 1987 cuando el PNV estaba muy d¨¦bil tras la escisi¨®n de Carlos Garaikoetxea. Es m¨¢s, durante la escisi¨®n, Roca mostr¨® m¨¢s simpat¨ªas por Garaikoetxea que por Arzalluz.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.