"Los ni?os juegan a entierros"

Es casi medio siglo de violencia, y no hay cerebro que lo resista. La salud mental de todas las generaciones palestinas vivas est¨¢ desquiciada por la muerte, la frustraci¨®n y la miseria. "Los ni?os no s¨®lo es que jueguen a la guerra", dice Antonia Mac¨ªas, de Paz y Cooperaci¨®n, una ONG integrada en el Comit¨¦ para la Cuesti¨®n Palestina y que act¨²a tambi¨¦n en Mauritania y Jordania, "es que juegan a los entierros, los cr¨ªos se fabrican ata¨²des y las cr¨ªas van llorando detr¨¢s".Ni?os y mujeres est¨¢n especialmente afectados. "Tenemos un proyecto en Bel¨¦n de un centro de salud mental para mujeres", dice Mac¨ªas, "que incluir¨ªa una atenci¨®n integral de problemas femeninos como lo nutricional, la menopausia... Pero los maridos no las dejan salir".

La situaci¨®n general es muy dura, sobre todo en los campos de refugiados en Gaza, superpoblados hasta l¨ªmites inimaginables, y donde los islamistas de Ham¨¢s aprovechan las penurias para hacer funcionar su propia red social asistencial,... y pol¨ªtica. "Los ni?os que participaron en la Intifada tienen un absoluto retraso educacional", dice Mac¨ªas.

Adem¨¢s de Paz y Cooperaci¨®n son muchas las organizaciones humanitarias espa?olas volcadas en ayudar a Palestina. La gran ventaja que todas ellas tienen es la eficaz labor de los cooperantes locales. La estrecha colaboraci¨®n con la Media Luna Roja Palestina es indispensable para la Asamblea de Cooperaci¨®n por la Paz, otra ONG cuyos representantes se?alan que la Media Luna Roja trabaja muy bien. "Las organizaciones palestinas lo hacen todo all¨ª y las espa?olas prestan su ayuda desde aqu¨ª", explican y a?aden: "En los hospitales hay por ejemplo un personal sanitario altamente cualificado, pero faltan cosas elementales, como s¨¢banas limpias".