Londres recibe a Chirac con la esperanza de ganar un aliado en el frente europeo
Salvo alg¨²n titular hostil de la prensa ultranacionalista brit¨¢nica, el recibimiento al presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, en su primera visita de Estado al Reino Unido, no ha podido ser m¨¢s entusiasta. La figura de Chirac, que lleg¨® ayer a la estaci¨®n de Waterloo a bordo del Eurostar acompa?ado de su esposa Bernardette, es contemplada en el Reino Unido con m¨¢s simpat¨ªas que la de su antecesor, Fran?ois Mitterrand, un devoto admirador de Alemania, seg¨²n los brit¨¢nicos. Pese a su car¨¢cter eminentemente protocolario, el Gobierno brit¨¢nico espera mucho de una visita con la que se propone ganar un aliado vital en Europa.Chirac habla ingl¨¦s para delicia de sus anfitriones, que le han preparado a lo largo de los cuatro d¨ªas que durar¨¢ la visita oficial un programa por todo lo alto. La diplomacia brit¨¢nica acaricia el sue?o de ganar a Francia como aliado en la batalla interna en el seno de la Uni¨®n Europea (UE) para resquebrajar el eje Par¨ªs-Bonn. Una idea tan atrayente como imposible dado el compromiso de Francia con la moneda ¨²nica y su firme confianza en una s¨®lida UE, tal y como han recordado los principales diarios brit¨¢nicos en sus editoriales de estos d¨ªas.
Tras una jornada, ayer, eminentemente protocolaria -incluido el plato de ternera en el almuerzo compartido con la reina de Inglaterra en Buckingham Palace-, Chirac abordar¨¢ hoy en una entrevista con el primer ministro, John Major, algunos temas bilaterales de m¨¢s calado pol¨ªtico, desde el futuro de las fuerzas brit¨¢nicas y francesas en Bosnia hasta asuntos relacionados con la OTAN.
En la lista de temas europeos figura el de la prohibici¨®n comunitaria de Las exportaciones de vacuno brit¨¢nico, sobre el que Chirac se ha pronunciado con notable comprensi¨®n, adem¨¢s de cuestiones de largo alcance sobre la moneda ¨²nica y la uni¨®n monetaria en general. Mientras Londres y Par¨ªs, las dos potencias nucleares en Europa, tienen una visi¨®n com¨²n en temas de defensa y Exteriores, las diferencias en el tema europeo parecen irreconciliables.
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