El pensamiento econ¨®mico de Rodrigo Rato

Rodrigo Rato es el octavo responsable de la econom¨ªa. espa?ola en la democracia. Sucede en el cargo a ciudadanos de tanta personalidad como Fuentes Quintana, Abril Martorell, Leal, Garc¨ªa D¨ªez, Boyer, Solchaga y Solbes. Entre ellos hay aproximaciones y diferencias, pero tienen una caracter¨ªstica que los une: todos demandaron con mayor o menor exigencia y acierto pol¨ªticas de austeridad. Cada uno ha marcado, mucho m¨¢s que otros ministros, una impronta decisiva en la pol¨ªtica de los presidentes a los que representaron: Su¨¢rez, Calvo Sotelo y Felipe Gonz¨¢lez.Rato tambi¨¦n defiende un ajuste fuerte y tambi¨¦n ¨¦l protagonizar¨¢ algunos de los lances centrales de la era Aznar. Es casi seguro que Rato aparecer¨¢ en el oto?o vendiendo que los Presupuestos de 1997 son "los m¨¢s rigurosos de los ¨²ltimos tiempos", y no le faltar¨¢ raz¨®n. Conviene pues conocer, con la mayor concreci¨®n, el pensamiento del actual vicepresidente, su filosof¨ªa econ¨®mica, que es mucho m¨¢s -aunque tenga que coincidir- que el programa electoral del PP. En el caso de alguno de los predecesores (el paradigma ser¨ªa Fuentes Quintana) existi¨® siempre amplia bibliograf¨ªa para analizar sus opiniones; otros han sido casi ¨¢grafos, aunque las noticias indican que al menos uno de ellos prepara una especie de memorias de su paso por la Administraci¨®n. En definitiva, forman parte de la historia y siempre se puede decir que por sus obras les conocer¨¦is...

El vicepresidente ha sido renuente para escribir su ideario -no en vano proviene del mundo empresarial y no de la academia o de la inteligentzia, lo cual le valora ante muchos de sus interlocutores habituales-, pero existen conferencias, intervenciones parlamentarias y entrevistas en los que escarbar; hace poco tiempo compil¨® bastantes de estos textos en un libro que ha adquirido m¨¢s inter¨¦s con sus nuevas atribuciones.

Unos meses antes de las elecciones, Rato escribi¨® un largo art¨ªculo ('Un nuevo horizonte para la econom¨ªa espa?ola'. Pol¨ªtica Exterior, n¨²mero 48) en el que confrontaba sus opiniones nada menos que con el entonces presidente del Gobierno Felipe Gonz¨¢lez (Pilotar Europa hacia su rumbo). Acud¨ª a ¨¦l estos d¨ªas, cuando err¨® en sus declaraciones sobre los plazos de la UEM, para comprobar si ya entonces ten¨ªa dudas sobre los mismos.

En el texto hay pocas vacilaciones respecto al asunto: "... que Espa?a forme parte de la uni¨®n monetaria europea desde 1999 constituye nuestro principal reto y el mejor camino para alcanzar el objetivo b¨¢sico de la sociedad espa?ola: disfrutar de los niveles de bienestar de los pa¨ªses m¨¢s avanzados, lo que t¨¦cnicamente se conoce como convergencia real". Aunque tambi¨¦n expone: "... no ser¨ªa posible crear una uni¨®n monetaria que excluyese a alguno de los pa¨ªses con m¨¢s peso (en t¨¦rminos de aportaci¨®n al PIB y al comercio o por su poblaci¨®n) de la UE. Sin embargo, esto no debe traducirse en laxitud en la interpretaci¨®n de los criterios de convergencia... La credibilidad del proceso depender¨¢ del continuo cumplimiento de los criterios de convergencia por todos sus participantes y del convencimiento de los mercados de que hay un consenso absoluto en relaci¨®n a todos los aspectos de la decisi¨®n de crear la UEM". La ¨²nica pregunta que resta hacer es si Rato opina que Espa?a es o no "alguno de los pa¨ªses de m¨¢s peso" que menciona.

En este art¨ªculo reaparece uno de los asuntos pol¨¦micos de la campa?a electoral; Rato defiende, de forma expl¨ªcita, un calendario de reducci¨®n paulatina de las cotizaciones a la Seguridad Social (cuatro puntos en una legislatura) para abaratar el empleo. ?D¨®nde se qued¨® esta medida?