La ley del equilibrio

Es imposible contener a China. Es, una vez m¨¢s, la constataci¨®n que Bill Clinton se ha visto obligado a hacer al conceder a Pek¨ªn la renovaci¨®n, por un a?o, del tratamiento de naci¨®n m¨¢s favorecida. Esta decisi¨®n es m¨¢s chocante dado que, todav¨ªa la semana pasada, Estados Unidos amenazaba al Gobierno chino con las sanciones m¨¢s importantes jam¨¢s decididas por Washington. Tres millardos de d¨®lares de impuestos suplementarios sobre las mercanc¨ªas chinas deb¨ªan castigar el pirateo sistem¨¢tico de los productos de vanguardia americanos: software, casetes de v¨ªdeo y discos. ( ... ) Pretender aislar a un millardo de chinos es algo que no se le ocurre a nadie. Ninguno de los socios, vecinos o competidores de este grande del pr¨®ximo siglo puede permitirle ignorar a un quinto de la poblaci¨®n mundial. ( ... )En primer lugar, porque Estados Unidos es tanto vendedor como comprador. Boicotear a China ser¨ªa penalizar a los hombres de negocios de Nueva York, Boston o Los ?ngeles. ( ... ) China, peri¨®dicamente ignorada, y Rusia, que vive muy mal su humillaci¨®n poscomunista, han querido advertir a los americanos. Pek¨ªn y Mosc¨² est¨¢n convencidos de que el status de superpotencia ¨²nica de los americanos tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn no durar¨¢. ( ... ) Es el momento de la diplomacia eficaz, del eterno juego de equilibrio que dicta a los Estados la dial¨¦ctica de sus intereses.

Charles Lambroschini

, 22 de mayo