Los 'hooligans' ya no duermen tranquilos

Vestido de azul cobalto con casco a juego y un brillante ariete rojo en las manos, el polic¨ªa avanz¨® sigilosamente hacia la puerta de la casa. Eran las cinco de la madrugada del viernes en el condado de Durham, situado al norte de Inglaterra, y el agente se dispon¨ªa abatir una curiosa muralla. Embisti¨® con fuerza y la puerta cedi¨® con el estruendo de maderas y cristales rotos sobre el suelo. Por ese agujero penetr¨® el abanderado y tres. uniformados colegas que gritaron al un¨ªsono: "?Polic¨ªa, es la polic¨ªa!".El asombrado inquilino reaccion¨®. Fue detenido y esposado en la cocina, situada en la planta baja de su casa. Estaba adormilado pero Conoc¨ªa bien el delito cometido. Era un hincha violento d¨¦ f¨²tbol que hace tres semanas pas¨® toda una tarde destrozando tiendas y mobiliario urbano tras un encuentro entre los equipos de Newcastle y Tottenham. La batalla campal, con j¨®venes rivales desperdigados por las calles y peg¨¢ndose, fue filmada en v¨ªdeo por la polic¨ªa brit¨¢nica. Despu¨¦s de muchas horas frente a las pantallas han logrado identificar a 200 violentos. Para empezar, la redada del viernes acab¨® con 2 0 gamberros en el calabozo. Peter Durham, comisario de polic¨ªa de Newcastle, espera detener ahora a todos los dem¨¢s con ayuda de sus convecinos.

"Vamos a colgar sus fotos en todos los lugares p¨²blicos que podamos. Seremos inflexibles y queremos que lo sepan", dijo ayer algo envarado al principio, pero muy seguro despu¨¦s frente a las c¨¢maras de la BBC. Sus agentes mostraron luego el bot¨ªn obtenido en las 26 casas registradas: pistolas de imitaci¨®n, machetes, cuchillos, insignias y propaganda sobre grupos de hinchas que act¨²an en otros pa¨ªses. "Parecen bien organizados, pero vamos a ser implacables. No toleraremos la violencia en el f¨²tbol", remach¨® el oficial.

Sus palabras no asombraron a nadie. El Reino Unido lleva meses prepar¨¢ndose para la Eurocopa. El campeonato europeo de f¨²tbol comienza el pr¨®ximo 8 de junio en Londres con un partido entre Inglaterra y Suiza. Los v¨ªdeos se han convertido en un objeto de uso cotidiano y los agentes que cargan con la c¨¢mara avanzan siempre protegidos por un grupo de compa?eros. La Operaci¨®n Cosecha, que as¨ª la llam¨® el comisario Durham, es la mayor realizada en el Reino Unido contra los hinchas violentos. En cuatro a?os, no obstante, im¨¢genes similares han servido para detener a 1.500 j¨®venes. "S¨®lo siete se declararon inocentes".

En Londres, Scotland Yard est¨¢ lista para afrontar el primer evento deportivo de esta clase organizado en su territorio desde hace d¨¦cadas. El servicio nacional que recopila datos sobre los delincuentes fichados estar¨¢ a disposici¨®n de toda la. polic¨ªa. Los violentos no s¨®lo ser¨¢n identificados y detenidos. Cuando se trate de nombres l¨ªderes de grupos de gamberros, se ' les tratar¨¢ como a "traficantes de drogas o ladrones de bancos". La polic¨ªa metropolitana de Londres, por ejemplo, les abre desde hace tiempo un expediente a los detenidos y les sigue a todas partes para impedir que act¨²en de nuevo. No s¨®lo conocen su direcci¨®n particular. Ha identificado a sus amigos, el pub al que acuden a beber y hasta el coche que conducen. Est¨¢n tan vigilados como un presunto terrorista.

Las casas visitadas por la polic¨ªa de Durham y Tyneside ten¨ªan un aspecto. corriente, de clase media o media baja. De su interior salieron toda clase de objetos contundentes y propaganda de dudosa. reputaci¨®n que indica la existencia de conexiones con otros grupos extranjeros. Precisamente, ¨¦ste es uno de los temores de la polic¨ªa brit¨¢nica: que grupos hooligans se mezclen con otros llegados del continente durante el campeonato. Nadie les garantiza que no acaben ri?endo entre ellos a pesar de las actitudes que parecen compartir.

La Eurocopa atraer¨¢ a unos 350.000 visitantes. Alg¨²n psic¨®logo, como Clifford Stott, est¨¢ preocupado por la imagen que polic¨ªas y aficionados tienen unos de otros. "La multitud enardecida cree que la supervisi¨®n policial es ilegal y ello puede aumentar la violencia", ha dicho al rotativo The Independent. "No sabemos lo que ocurrir¨¢", ha contestado la polic¨ªa, "pero confiamos en nuestros planes".