Galindo orden¨® matar a Lasa y Zabala, seg¨²n el juez

El magistrado Javier G¨®mez de Lia?o considera que el general Enrique Rodr¨ªguez Galindo decidi¨® en 1983 la muerte de los presuntos etarras Jos¨¦ Antonio Lasa y Jos¨¦ Ignacio Zabala debido a su Iamentable estado f¨ªsico" como consecuencia de las torturas que se les hab¨ªa infligido. As¨ª consta en el auto que le fue notificado ayer y en el que el general es procesado como autor por inducci¨®n de delitos de detenci¨®n ilegal, torturas y dos asesinatos. El juez proces¨® tambi¨¦n al teniente de la Guardia Civil Pedro G¨®mez Nieto como autor de los dos asesinatos y al abogado vinculado al Ministerio del Interior Jorge Argote, por delito de encubrimiento. Adem¨¢s, el ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera declar¨® ayer como imputado en este mismo sumario e incluso mantuvo un careo con el ex director de la Guardia Civil Luis Rold¨¢n. Vera sali¨® en libertad, aunque el juez mantiene su condici¨®n de imputado.

El juez de la Audiencia Nacional proces¨® a G¨®mez Nieto como autor de los dos asesinatos de Lasa y Zabala, y al abogado Jorge Argote como autor de un delito de encubrimiento. El magistrado ha impuesto una fianza de 100 millones a Rodr¨ªguez Galindo, de 60 a G¨®mez Nieto y de 15 a Argote, en concepto de responsabilidad civil para asegurar las indemnizaciones para las familias de las v¨ªctimas que pudieran declararse en su d¨ªa.El auto recoge que "altos mandos dependientes o ligados con los Ministerios de Interior y Defensa" planearon la detenci¨®n de refugiados vascos en Francia con el fin de canjearlos por personas secuestradas por ETA o para interrogarlos "a fondo" y sacarles informaci¨®n. Todas esas acciones -planificadas, coordinadas, con un fin espec¨ªfico y reivindicadas en nombre de los GAL- "se ejecutaban con el permiso, consentimiento o aprobaci¨®n de las m¨¢s altas superioridades del grupo".

Seg¨²n el auto, Galindo dirig¨ªa una de las ramificaciones, en la que estaban integrados un reducido n¨²mero de guardias destinados en el cuartel de Intxaurrondos (San Sebasti¨¢n), entre ellos, Enrique Dorado, Felipe Bayo y el entonces sargento y hoy teniente G¨®mez Nieto, todos ellos encarcelados.

Encapuchado para una visita

El juez detalla, como ya hizo en el auto d¨¦ procesamiento de Dorado y Bayo, c¨®mo fueron secuestrados en Francia Lasa y Zabala y trasladados al palacio de La Cumbre, en San Sebasti¨¢n, en donde los presuntos etarras fueron torturados para arrancarles informaci¨®n y como venganza por los atentados de ETA contra guardias civiles. Galindo conoci¨® puntualmente la situaci¨®n, y visit¨® encapucha do a los dos secuestrados, aunque no consta que participase en los malos tratos. Fue Galindo quien decidi¨®, seg¨²n el juez, que se hiciera desaparecer a los dos refugiados.El relato de G¨®mez de Lia?o detalla que, cumpliendo lo dispuesto por Galindo, sus agentes Dorado, Bayo, G¨®mez Nieto y otros no identificados trasladaron a Lasa y Zabala hasta la Foya de Coves, en Busot (Alicante), en donde los desnudaron y, tras situarlos frente a una fosa cavada previamente, el sargento Dorado los mat¨® de tres disparos en la cabeza: uno a Lasa, por la espalda, y dos a Zabala, a ca?¨®n tocante. Los cad¨¢veres fueron cubiertos con cal viva para hacer desaparecer los restos.

El juez hace referencia en su resoluci¨®n al auto dictado por el instructor del caso GAL en el Supremo, Eduardo M¨®ner, el 23 de enero de este a?o, sobre la formaci¨®n de una banda organizada y armada llamada GAL. En ¨¦l se procesaba al ex ministro del Interior Jos¨¦ Barrionuevo, al ex secretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera y el ex director general de Seguridad Juli¨¢n Sancrist¨®bal. Esta referencia sugiere que el caso Lasa-Zabala podr¨ªa pasar en su momento a ser competencia del Supremo. G¨®mez de Lia?o agrega que "los documentos [del Cesid] en tr¨¢mite de desclasificaci¨®n [como secretos] pueden dar fe plena de la formaci¨®n, evoluci¨®n y acciones de ese grupo".

Rafael Vera neg¨® ayer ante G¨®mez de Lia?o que hubiera propuesto eliminar a Dorado y Bayo para evitar que contasen lo que sab¨ªan de la guerra sucia contra ETA, as¨ª como las restantes acusaciones formuladas por Luis Rold¨¢n contra ¨¦l y el abogado Argote. Incluso celebraron un careo en el que Vera lleg¨® a llamar sinverg¨¹enza a Rold¨¢n. Ambos mostraron igual grado de firmeza.

Tras quedar en libertad, Vera asisti¨® a un almuerzo en el restaurante Los Porches, de Madrid, en compa?¨ªa de los ex ministros del Interior Jos¨¦ Barrionuevo y Jos¨¦ Luis Corcuera. Les acompa?aron tambi¨¦n Alfonso Guerra, vicesecretario general del PSOE; Txiki Benegas, secretario de relaciones pol¨ªticas e institucionales, y Francisco Fern¨¢ndez Marug¨¢n, secretario de Administraci¨®n y Finanzas.

Respecto al abogado Argote, el juez afirma que conoci¨® los hechos relativos a Lasa y Zabala antes de que asumiera la defensa de Dorado y de Bayo en otros procesos seguidos contra ellos por robo, torturas, cohechos y amenazas. El auto relata diversas maniobras para silenciar a los dos guardias e incluso llega a afirmar que, en una ocasi¨®n, Argote, "ante el temor de que Bayo difundiera el contenido de unas cintas de audio en las que, al parecer, estaban grabadas la detenci¨®n, torturas y muerte de Lasa y Zabala, lleg¨® a proponer eliminar a Felipe Bayo".

El auto hace un an¨¢lisis sobre la que ser¨ªa mejor que no fuese adoptada por el instructor, sino por otro juez o tribunal.

Concluye reconociendo la eficacia de la Guardia Civil en la lucha antiterrorista, aunque precisa que "esos m¨¦ritos individuales o colectivos nunca deben servir para dar por buenos delitos como los que aqu¨ª se investigan: secuestro, tortura y asesinato. Y menos a¨²n si con ello lo que se busca es convencer a determinados sectores sociales de que el Estado de derecho y la Ley no sirven para aplicar justicia en el problema del terrorismo".

Coartadas

Ayer comparecieron tambi¨¦n a declarar el teniente y hoy capit¨¢n en la reserva Fidel de Hoyo Cepeda, y el capit¨¢n y hoy comandante Angel Vaquero, que fueron mandos del cuartel de Intxaurrondo. Ambos afirmaron ante el juez que Dorado no pudo participar en el secuestro de Lasa y Zabala la noche del 15 de octubre de 1983 ya que estuvo con ellos en la carretera de O?ati a Aretxabaleta (Guip¨²zcoa), en donde se hab¨ªa producido un atentado contra una patrulla de la Guardia Civil y un agente hab¨ªa resultado muerto.Los dos testigos, que eran superiores jer¨¢rquicos de Dorado, dijeron que no recordaban a los tambi¨¦n guardias civiles Bayo, G¨®mez Nieto, Francisco Hermida o Luis Valent¨ªn, Sandoval, pero que Dorado estuvo en el lugar de los hechos mientras se hac¨ªa el atestado. Estas declaraciones han sorprendido a los abogados de la acusaci¨®n, ya que Dorado nunca dijo al juez que estuviese en ese lugar la noche del secuestro de los dos presuntos etarras.