Vivir en paz

En televisi¨®n vi c¨®mo mor¨ªa un hombre en Liberia, a manos de un m¨ªsero asesino que le dispar¨® por la espalda, mientras que le practicaban una asquerosa ley de fugas en una aparente y esperanzadora fuga que tendr¨ªa un buen inicio y un p¨¦simo y frustrante final.Vietnam, Bosnia-Herzegovina, Ruanda, Liberia, Chechenia, El Salvador, Chiapas y un extens¨ªsimo listado de tragedias, como el conflicto Ir¨¢n-Irak, demuestran que la estupidez del hombre es un n¨®mada que recorre la tierra de punta a punta, durante d¨¦cadas y d¨¦cadas, en las cuales la crueldad, la expatriaci¨®n y los aberrantes campos de prisioneros son inseparables compa?eros y continuos de todos los medios de comunicaci¨®n en todas las partes del mundo.

Violaciones de mujeres, fosas comunes por doquier, cuerpos cadav¨¦ricos que son encerrados detr¨¢s de lamentables vallas con espinos, vallas de muerte que s¨®lo demuestran hasta qu¨¦ extremos pueden llegar nuestros deseos de destrucci¨®n y de la instituci¨®n de un estado macabro, donde Hitler o Atila ser¨ªan simples agentes de destrucci¨®n. Es lamentablemente cierto que mientras que haya horribles seguir¨¢ habiendo guerras y que el ¨²nico derrotado ser¨¢ la humanidad.

Hay todav¨ªa muchos est¨²pidos que parece que no han tenido bastante con el holocausto nazi en- la Segunda Guerra Mundial o con la brutal intervenci¨®n b¨¦lica de Estados Unidos en Vietnam. Ojal¨¢ nos conform¨¢semos con vivir eternamente en paz. Qu¨¦ sue?o m¨¢s simple y bonito.-