El PP de Baleares se somete al control de Ca?ellas y ratifica a Matas
, El PP y el Gobierno balear ser¨¢n de nuevo fieles a los criterios pol¨ªticos y al estilo del que fue su l¨ªder y presidente desde 1983 hasta 1995, el pol¨¦mico Gabriel Ca?ellas, a quien Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar forz¨® a dimitir hace 10 meses por el caso S¨®ller, el presunto cobro de comisiones ilegales. Ca?ellas se ha hecho de nuevo con el poder facticio y expulsa de sus puestos en el partido y en el Ejecutivo a quienes no fueron fieles int¨¦rpretes de sus designios.
Para sustituir al dimisionario residente balear, Crist¨®fol Soler, el PP apoy¨® al delf¨ªn de Caellas, Jaume Matas, que era consejero de Econom¨ªa y Haienda. Al frente del partido estar¨¢ a partir del pr¨®ximo congreso Juan Verger, un veterano y locuaz enemigo del hist¨®rico hombre fuerte, de la cl¨¢sica derecha Balear. "Est¨¢ claro que el PP no es en estos momentos una fuerza ¨²nica", observ¨® Verger. El PSOE pidi¨® anoche elecciones anticipadas a pesar de no estar prevista esta eventualidad en el Estatuto de autonom¨ªa.El comit¨¦ ejecutivo del PP de Baleares se reuni¨® ayer para oficializar el fin de la conspiraci¨®n de los diputados, encabezada por el ex presidente Ca?ellas, que derroc¨® el martes a su ef¨ªmero sustituto en el Ejecutivo, Crist¨®fol Soler. ?ste asisti¨® a la cita y pidi¨® el voto para Matas, que no particip¨® en la reuni¨®n, ya que no es miembro del comit¨¦.
El actual presidente del PP insular, Joan Huguet, anunci¨® su retirada de la carrera electoral interna, pero se neg¨® a dimitir. Verger, por su parte, reconoci¨® haberse unido a Ca?ellas para desencadenar el estallido de la crisis. Desde su posici¨®n de fuerza, Verger espera condicionar con Ca?ellas la pol¨ªtica del Gobierno de Matas.
"No hay duda de que Matas deber¨¢ dialogar continuamente con el resto del partido, y el Gobierno. Ya no hay la autoridad moral de antes. Nadie tiene la fuerza absoluta. Habr¨¢ que pactar entre los sectores o grupos que se han ido formando en un a?o de crisis", dijo Verger,
La primera voz discrepante. en la tormenta del PP balear levant¨® el consejero que hab¨ªa designado Soler para asumir la crucial cartera de Cultura y Educaci¨®n, el diputado Joan Mar¨ª Tur, de Ibiza. Ayer anunci¨®: "Mi voto ni se compra ni se vende". Mar¨ª ten¨ªa que llevar a cabo el impulso al programa de normalizaci¨®n de la lengua catalana.
Mayoria raspada
El PP tiene 31 de los 59 votos del Parlamento balear; con dos hipot¨¦ticas fugas Matas no tendr¨ªa la mayor¨ªa suficiente para salir elegido. Crist¨®fol Soler, que seguir¨¢ en el grupo regional, afirm¨® que ¨¦l es coherente con el PP y que "acepta la disciplina del grupo y del partido". En el n¨²cleo de diputados, cuando Matas fue elegido con urgencia el martes, s¨®lo hubo un voto en blanco, el del presidente del Parlamento y del PP, Joan Huguet. Soler no fue invitado, y Mar¨ª y otro diputado, Carlota Alberola, estaban de viaje.La supuesta falta de coherencia de Soler con "el PP y la sociedad" y su te¨®rico aislamiento fueron argumentos manejados por los diputados de Ca?ellas. El ex presidente elabor¨® hace un a?o a su medida la candidatura de asamble¨ªstas regionales, y en cada isla cuenta con veteranos y j¨®venes adictos a su persona y tradici¨®n pol¨ªtica. Mariano Matutes, por ejemplo, presidente en funciones del PP de Ibiza y Formentera, manifest¨® que Ca?ellas puede y debe volver en cualquier momento a su lugar.natural, la presidencia del Gobierno balear.
Para razonar la espectacular retirada de confianza a Soler se subrayaron discrepancias con su estilo y l¨ªnea pol¨ªtica, pero la operaci¨®n alberga la intenci¨®n de una modificaci¨®n profunda de la estrategia y el programa del Gobierno aut¨®nomo. En cueltiones urban¨ªsticas y de normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica, los duros de Ca?ellas quieren un giro hacia la derecha.
Ca?ellas y sus seguidores, muy relacionados por sus trabajos profesionales y sus negocios privados con intereses imnobiliarios urban¨ªsticos y tur¨ªsticos, rechazaron adem¨¢s la normativa de incompatibilidades de Soler y un control sobre empresas p¨²blicas regionales. Estas sociedades, cargadas de d¨¦ficit, son un aut¨¦ntico, vivero de contratos de trabajos en el entorno del PP.
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