Alegato contra Rold¨¢n

LAS CORRER?AS acusatorias de Luis Rold¨¢n por los juzgados -ayer, ante Eduardo M¨®ner, en el Supremo, en un nuevo intento de implicar a Felipe Gonz¨¢lez y a otros miembros del anterior Gobierno socialista en el caso GAL- se han multiplicado a medida que la justicia ha ido concretando los cargos de enriquecimiento il¨ªcito que pesan contra ¨¦l. El que fuera director general de la Guardia Civil entre 1986 y 1993 ya tiene de qu¨¦ defenderse tras el alegato elaborado por el fiscal sobre su presunta actuaci¨®n delictiva en el ejercicio de sus funciones.En el escrito de acusaci¨®n elevado a la Audiencia Provincial de Madrid, el fiscal concreta delitos, cuantifica da?os y determina penas, al tiempo que hace un clarificador relato de los mecanismos ideados por Rold¨¢n para desviar en provecho propio fondos reservados, extorsionar empresas contratistas con comisiones ilegales a cambio de adjudicaci¨®n de, obras y ocultar el patrimonio il¨ªcitamente acumulado. El fiscal coincide b¨¢sicamente en sus conclusiones con el auto dictado por la juez de instrucci¨®n hace cinco meses al concluir el sumario.

Rold¨¢n debe comparecer a juicio antes de febrero de 1997 si se quiere evitar el riesgo de una nueva fuga al cumplir el tiempo legal m¨¢ximo de prisi¨®n preventiva. El antiguo director general de la Guardia Civil tendr¨¢ que responder ante la justicia de haberse apropiado de m¨¢s de 3.500 millones de pesetas en concepto de comisiones ilegales y fondos reservados y de haber defraudado a Hacienda cerca de otros mil millones. Un expolio al Estado y a empresas contratistas que el fiscal vincula a una cadena de actuaciones delictivas que van desde la estafa al cohecho, pasando por la malversaci¨®n. Por todo ello, el fiscal pide para ¨¦l penas de 32 a?os de c¨¢rcel y 29 de inhabilitaci¨®n. Rold¨¢n ya tiene en qu¨¦ pensar de aqu¨ª al d¨ªa del juicio. Los hechos por los se le abri¨® procedimiento han pasado a ser cargos concretos en manos del fiscal. Nada de esto le impide, desde luego, declarar en otros sumarios y acusar a todos sus jefes pol¨ªticos, incluido el ex presidente Gonz¨¢lez, pero no parece, en principio, que su sola palabra sea prueba suficiente.