Par¨ªs se queda sin campe¨®n
Muster perdi¨® ante Stich el d¨ªa en que Edberg dijo adi¨®s al torneo
Roland Garros se qued¨® ayer sin su ¨²ltimo campe¨®n. El austriaco Thomas Muster, de 28 a?os, no podr¨¢ ya defender el t¨ªtulo que gan¨® el a?o pasado en Par¨ªs y que le consagr¨® entre los grandes jugadores mundiales. Muster perdi¨® en octavos de final frente al alem¨¢n Michael Stich por 4-6, 6-4, 6-1, 7-6 (7-1). El alem¨¢n, 16 jugador mundial, se enfrentar¨¢ en los cuartos de final al franc¨¦s C¨¦dric Pioline, que elimin¨® a otro gran especiaista de la tierra batida, el chileno Marcelo R¨ªos. La derrota del campe¨®n lleg¨® el mismo d¨ªa en que el legendario tenista sueco Stefan Edberg dijo su ¨²ltimo adi¨®s a Par¨ªs. Perdi¨® ante Marc Rosset."He perdido y no pasa nada", coment¨® Muster en su conferencia de prensa. "Supongo que cuando ma?ana por la ma?ana me levante todo seguir¨¢ igual". Sin Muster, sin embargo, la tierra se queda desprotegida. Ya s¨®lo queda un gran especialista en esta superficie en el cuadro de Roland Garros: Jim Courier. Y el norteamericano, doble campe¨®n en Par¨ªs -1991 y 1992-, se enfrentar¨¢ hoy al n¨²mero uno mundial, Pete Sampras.
La derrota de Muster vuelve a poner al descubierto que hay un cambio de ritmo en el torneo parisino. Los sacadores, reyes de Wimbledon y del Open de Estados Unidos, han colocado a cuatro representantes destacados en los cuartos de final del ¨²nico Grand Slam que se juega sobre tierra batida. Y sus estad¨ªsticas son escalofriantes: Sampras lleva ganados 179 puntos directos con su servicio -entre aces y puntos de saque-; Krajicek, 159; Rossett, 109; y Stich, 151.
?Por qu¨¦ ocurre todo eso? Los especialistas esgrimen dos razones fundamentales para explicarlo. Primera, porque los jugadores de tierra batida se juegan la temporada en dos meses y llegan a Roland Garros excesivamente cansados, cortos de fuerzas.
El propio Muster defiende esta tesis. Segunda, porque la poca lluvia ca¨ªda en el torneo de Par¨ªs este a?o ha producido que el subsuelo de las pistas est¨¦ muy seco y que el juego sea m¨¢s r¨¢pido.
Lo importante, en cualquier caso, es que hombres tan destacados en tierra como Sergi Bruguera -que lleg¨® en malas condiciones f¨ªsicas- Albert Costa, Carlos Moy¨¢, Michael Chang, Marcelo R¨ªos, o el propio Thomas Muster est¨¢n ya fuera del torneo.
Y que el t¨ªtulo puede dirimirse entre jugadores que basan su estrategia en el servicio y la volea. Es una lecci¨®n dif¨ªcil de asimilar para los especialistas en tierra, pero que deben analizar.
Muster, que este a?o ha ganado 58 partidos en tierra y ha perdido s¨®lo dos ante Carlos Moy¨¢ y ayer contra Stich, se niega a creer que el servicio del alem¨¢n fuera determinante en su derrota. "No fue ¨¦ste el principal problema que tuve. Me encontr¨¦ con opciones en todas las mangas, pero mi juego de fondo esta vez no funcion¨®. Me falt¨® m¨¢s juego de piernas".
Sin embargo, la estad¨ªstica dice que Stich le gan¨® 45 puntos directos con el saque. Y a?ade que se anot¨® un 83% de los puntos que jug¨® con su primer servicio. La mejor opci¨®n que desperdici¨® Muster se produjo en la cuarta manga, cuando ganaba por 5-2 y acab¨® perdiendo en la muerte s¨²bita.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.