Rechazo general del empresariado espa?ol a la suspensi¨®n de la cooperaci¨®n con Cuba
La nueva pol¨ªtica de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar hacia Cuba hace agua incluso antes de comenzar a aplicarse. Nada m¨¢s conocerse la decisi¨®n del nuevo Gobierno de suspender toda cooperaci¨®n oficial con las autoridades de La Habana, con excepci¨®n de la ayuda humanitaria, los empresarios espa?oles y los representantes de las Organizaciones No Gubernamentales que trabajan en la isla han expresado su rechazo a la medida y su preocupaci¨®n por una postura que califican de "torpe" e 'irresponsable" e 'inaplicable". La mayor¨ªa opina que la l¨ªnea de Aznar supone someterse a la estrategia de presi¨®n que promueve Estados Unidos e hipotecar el papel que Espa?a puede jugar en Cuba en el futuro.
La pol¨ªtica del PP hac¨ªa Cuba est¨¢ llena de incongruencias y plantea numerosas inc¨®gnitas: ?c¨®mo piensa suspender Aznar una colaboraci¨®n oficial que en la actualidad pr¨¢cticamente no existe?, ?c¨®mo va a conjugar este prop¨®sito con su promesa de no perjudicar al pueblo cubano ni los intereses de los espa?oles en la isla?, ?qu¨¦ entiende el PP por cooperaci¨®n gubernamental con el r¨¦gimen de Fidel Castro?...S¨®lo existen dos tipos de cooperaci¨®n oficial entre Espa?a y Cuba, la econ¨®mico-industrial y la cientifico- t¨¦cnica y cultura. Para impulsar la primera, el Gobierno cuenta con dos instrumentos principales: los cr¨¦ditos del Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD), que aprueba el Consejo de Ministros, y los cr¨¦ditos de la Compa?¨ªa Espa?ola de Seguro de Cr¨¦dito a la Exportaci¨®n (CESCE).
En el decenio de los 80, Espa?a aprob¨® importantes FAD para financiar diferentes programas cubanos como el proyecto de creaci¨®n de una industria automotriz nacional, que dirigi¨® hasta su muerte el industrial gallego Eduardo Barreiros. A ra¨ªz de la crisis de las embajadas de 1990, el flujo de FADs hacia Cuba ces¨® y las relaciones quedaron reducidas a la cooperaci¨®n cient¨ªfica y cultural, entonces tambi¨¦n suspendida temporalmente.
Los cr¨¦ditos de CESCE sirven al Gobierno para impulsar las exportaciones y a los comerciantes para limitar sus riesgos. En la actualidad, el techo de cobertura de este seguro es de unos 8.500 millones anuales, en las operaciones a corto plazo, mientras que la cobertura con garant¨ªa de az¨²car asciende a 7.500 millones, cantidades ya de por s¨ª consideradas insuficientes por los empresarios espa?oles.
"El PP no puede recortar los FAD porque casi no existen y tampoco puede limitar m¨¢s los seguros de CESCE porque ya son bajos", asegura Alejandro V¨¦lez, representante en Cuba de la firma SAIDI, que en 1995 export¨® a la isla productos por valor de 1.200 millones, de los cuales ¨²nicamente 250 estuvieron cubiertos por CESCE. "Si hace eso", advierte, "golpear¨¢ a los empresarios espa?oles y frenar¨¢ las exportaciones. Ser¨ªa como echarse piedras sobre el propio tejado".
SAIDI es una de las 200 empresas espa?olas que hoy tienen relaciones estables con Cuba y que, en conjunto, exportaron en 1995 a la isla alrededor de 50.000 millones, un 45% m¨¢s que en 1994.
Otra es WILMA, exportadora de alimentos secos y congelados, que en 1995 vendi¨® 750 millones sin cobertura ninguna de CESCE. Seg¨²n V¨ªctor Moro, su presidente, "casi todos los espa?oles que venden en Cuba llevan a cabo sus operaciones a pecho descubierto": "Ni cont¨¢bamos antes con el apoyo del Gobierno ni contamos con ¨¦l ahora".
Los inversionistas espa?oles, como Sol-Meli¨¢, Tryp y otros grupos, que en total tienen invertidos unos 10.000 millones, tambi¨¦n est¨¢n en la isla por su cuenta y riesgo. "A los que ya estamos aqu¨ª lo que haga el nuevo Gobierno no puede perjudicarnos mucho. Pero este clima de enrarecimiento, que se une a las presiones de la ley Helms, s¨ª puede desincentivar a los nuevos empresarios que est¨¦n pensando invertir en Cuba", opina uno de sus ejecutivos.
Para Jordi Escarr¨¢, que lleva ocho a?os en Cuba, "es lamentable que Espa?a se al¨ªe con Estados Unidos para presionar a Cuba, m¨¢s cuando Francia y otros pa¨ªses europeos est¨¢n apoyando a sus empresarios". "En vez de defender nuestros intereses", comenta, "crea, con su torpeza e irresponsabilidad, una tensi¨®n que perjudica un mercado que hemos trabajado durante a?os y en el que nada podremos hacer cuando se levante el bloqueo".
Pero las cr¨ªticas de los empresarios no son las ¨²nicas. Los representantes de las ONG se preguntan qu¨¦ es para el PP "ayuda humanitaria" y c¨®mo reducir¨¢ la cooperaci¨®n cient¨ªfica y cultural sin afectar al pueblo cubano. Esta colaboraci¨®n, a trav¨¦s del Instituto de Cooperaci¨®n Internacional (ICI), ya es muy peque?a.
Por otro lado, la Secretar¨ªa de Estado para la Cooperaci¨®n financia este a?o programas de ayuda humanitaria, por 500 millones, que ejecutan varias ONG. "?Qu¨¦ va a suprimir el PP? ?Becas para que se formen en Espa?a profesores y estudiantes cubanos? ?Dinero para reparar un acueducto del que se beneficia toda la poblaci¨®n?", se pregunta Armando Jaular, de M¨¦dicos sin Fronteras.
Jaular realiza en Cuba un programa de tratamiento de aguas financiado por la UE y piensa que "el argumento de que lo ¨²nico que beneficia al pueblo cubano es la ayuda humanitaria y que no se debe trabajar con las instituciones oficiales no es v¨¢lido. "Si Cuba tiene una buena infraestructura y gente bien preparada, es absurdo no colaborar y emplear estos recursos, m¨¢s cuando lo hacen bien", dice.
Igual piensa Ariel Fran?ais, coordinador en Cuba del sistema de Naciones Unidas y representante del PNUD. Seg¨²n el, si en Am¨¦rica por cada d¨®lar de cooperaci¨®n s¨®lo llegan a la poblaci¨®n 40 centavos, en Cuba son 90. La ayuda humanitaria es temporal y supletoria", indica; aqu¨ª no estamos en Ruanda: hay instituciones y redes que permiten trabajar de forma eficiente y, por ello, la prioridad debe ser apoyarles en el desarrollo de las capacidades gerenciales".
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