?Muere Garibaldi?
UMBERTO BOSSI, l¨ªder de la Liga Norte, sigue tensando la cuerda, en un juego que incluso en la nada tr¨¢gica Italia puede llegar a ser peligroso. Su llamamiento del domingo a la independencia de Padania a trav¨¦s de la secesi¨®n es muy probablemente una treta para conseguir una reforma federalizante del Estado italiano con el mayor grado de autonom¨ªa posible para la regi¨®n que dice representar. Pero entra en una l¨®gica que puede llevar a plantear una separaci¨®n a la checoeslovaca. Pac¨ªfica, pero desestabilizadora y, ante todo, gratuita. El arma de Bossi es a¨²n ret¨®rica. Pero de las que carga el diablo. Con Bossi, sin duda un virtuoso de la demagogia y de la explotaci¨®n de los agravios, cristaliza pol¨ªticamente en Italia un nacionalismo basado en un rechazo al concepto de la solidaridad entre territorios, base de todo Estado moderno. No ser¨ªa de extra?ar que en la estela de estas pasiones particularistas surgieran movimientos sociales a¨²n m¨¢s preocupantes.Por el momento, Bossi puede ser secesionista en la t¨¢ctica y federalista en su estrategia. Buscar¨ªa as¨ª votos -el apoyo de su p¨²blico parece crecer- e instrumentos de presi¨®n de cara a las negociaciones que se avecinan sobre el avance hacia una Italia federal o una Italia de las autonom¨ªas, como prefiere definirla el primer ministro, Romano Prodi. Pero Bossi puede acabar como aprendiz de brujo y poner en marcha un proceso que se le escape finalmente de las manos.
La Liga proclam¨® el domingo la constituci¨®n de un Comit¨¦ Nacional de Liberaci¨®n de Padania, que pretende ser un instrumento de agitaci¨®n. Y Bossi hizo un llamamiento a "una resistencia pasiva que obligue al colonialismo [de Roma] a pactar", as¨ª como a la rebeli¨®n fiscal de los ayuntamientos gobernados por la Liga. La solemnidad de los t¨¦rminos no oculta que est¨¢ llamando a actos delictivos de insubordinaci¨®n al Estado.
Tras esta cascada de conceptos altisonantes late toda una forma de pensar. Tan equivocada como insensata. Bossi se aferra a un "?s¨¢lvese quien pueda!" ante los muy serios desaf¨ªos econ¨®micos que supone la globalizaci¨®n de la econom¨ªa a la que hace constatemente referencia. Para hacerles frente pretende desembarazar al rico norte de los lastres del sur pobre y aplicar esa paradoja global, tan de moda en algunos c¨ªrculos, seg¨²n la cual la globalizaci¨®n del mundo lleva a unidades pol¨ªticas m¨¢s peque?as y m¨¢s numerosas, a la proliferaci¨®n de las Padanias.
Y no es as¨ª. Son necesarias grandes unidades -Estados Unidos o Jap¨®n, por un lado, la Uni¨®n Europea- para no s¨®lo poder sobrevivir, sino defender los distintos modos de vida en este mundo globalizado en el que los Estados tienen un papel muy importante que cumplir y en el que la solidaridad entre territorios es un principio no s¨®lo moral, sino vital para la competitividad y la estabilidad de las sociedades, en sus segmentos y zonas ricos y pobres. Ninguna comunidad puede construirse sobre la base de levantar como bandera la lucha contra la solidaridad.
No sorprende, por tanto, que el presidente, Oscar Luigi Scalfaro, al celebrar ese mismo d¨ªa el 50? aniversario de la Rep¨²blica Italiana -celebraci¨®n que la Liga Norte boicote¨®-, empujara a la reforma con urgencia, pero desde el respeto a una Italia "una e indivisible", como proclama el art¨ªculo 2 de la Constituci¨®n, algo que hasta ahora no hab¨ªa sido necesario recordar en la historia reciente de esta rep¨²blica.
Es cierto que la divisi¨®n f¨¢ctica de Italia en dos, con el norte englobado en este concepto de Padania y un sur depauperado, es un gran fracaso hist¨®rico de la integraci¨®n italiana. Es, en cierta forma, el entierro del sue?o de Garibaldi. Pero aquella unidad so?ada por unos y combatida por otros no puede dejar paso a una anacr¨®nica fuga del rico. Hoy es imprescindible la solidaridad interterritorial. Y no s¨®lo entre Mil¨¢n y N¨¢poles, tambi¨¦n entre las regiones europeas. Luchar por la cohesi¨®n e igualdad en los niveles de vida es el gran reto para hacer de este continente ese gran ejemplo de calidad en las relaciones entre las gentes y los pueblos.
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