Ensaladas psicod¨¦licas, Vargas y Gil
La jornada ¨¦pica, y humilde, para coronar a Mario Vargas Llosa con el Premio Prestigio Rioja 1996 ech¨® a andar por el mundo de los vivos con un bocadillo de jam¨®n ib¨¦rico y torta ib¨¦rica de Aranda, en el ¨¢rea de descanso de Tudanca de la autov¨ªa Madrid-Burgos. Fue esquisitez. Como lo fue la parada y fonda en la hoster¨ªa del monasterio de San Mill¨¢n, en la cuna de la lengua castellana, en los horizontes de la belleza m¨¢s bella del mundo, con los verdores de este a?o de bienes y de vinos de La Rioja (que se sepa: men¨² de 1.800 pesetas y comida a la carta que por 3.700 pesetas ennoblece la imaginaci¨®n). Y que se recuerde igualmente de la hoster¨ªa: 25 habitaciones para so?ar frente a bosques y embrujos, sin olvidar el tel¨¦fono digital, televisi¨®n v¨ªa sat¨¦lite y minibar. Y...Logro?o hab¨ªa sido la capital de Vargas Llosa y del rioja: la cultura m¨¢s el vino, es decir, m¨¢s otra cultura, igual a la sabidur¨ªa y m¨¢s la riqueza indecible de un pueblo. Sea.
Ya descansados, iluminados por una duermevela futurista, se nos meti¨® en el coraz¨®n la provincia de Soria. Y dimos a lo loco, cuerdos, en El Burgo de Osma. Vargas Llosa y su mujer, Patricia, y su hija, Morgana, y un servidor, y otro matrimonio de amigos viaj¨¢bamos en alas de la sorpresa o del amor, no se sabe. Carmen y Gonzalo lo sab¨ªan... pero no lo sab¨ªan.
Todo fue un libro abierto cuando llegamos a Virrey Palafox, que es el nombre del restaurante, catedral, cobijo, lecho de amor¨ªos, despensa de todas las frutas y legumbres y exquisiteces de temporada, como los esp¨¢rragos trigueros, o las verduras al horno, o las ensaladas psicod¨¦licas de la huerta, o de los cochinillos, o de los corderos, o del cerdo y jabal¨ª que se nombra cerdal¨ª, o de los cangrejos de r¨ªo (Vargas dice que, en su pueblo, Arequipa, se llama camarones a los cangrejos de r¨ªo) y... claro est¨¢: los postres, las natillas monjiles, la especialidad de la casa denominada edades del hombre y donde se puede nadar, y vivir, y respirar, y dormir entre todos postres aut¨¦nticos de esta casa de Ram¨®n Gil Mart¨ªnez Soto, ubicada en el n¨²mero 7 de la calle de la Universidad. ?Y la bodega? Todos los vinos de Espa?a y algunos del extranjero. Y las a?adas m¨¢s ejemplares de los vinos de Rioja y de Vega Sicilia (Vargas abri¨® la boca). Que nadie se prive de nada. Luego vienen los brandies m¨¢s ancianos y m¨¢s conservados y deliciosos hasta el goce sexual.
Nadie esperaba tal sorpresa. Nadie, ya, olvidar¨¢ a Gil, que es como le llaman todos los amigos y menos amigos y familiares. Pero a¨²n queda algo: Gil, con casaca blanca de mesonero mayor del reino, enfila a sus comensales por las calles y callejuelas de El Burgo de Osma..., y nadie sabe m¨¢s que ¨¦l de la catedral g¨®tica, que fue romana en el inicio de los tiempos, y nadie explica lo de la "pecilina", antecedente de la penicilina que invent¨® el eminente doctor Fleming y que uno de los obispos infinitos de El Burgo de Osma removi¨® las entra?as del saber de toda la humanidad para que hayamos llegado, todos, al hotel II Virrey, otro de los hijos predilectos de Gil, que dir¨ªase una iglesia amasada por todos los estilos y donde, en vez de los relojes de siempre, son las cig¨¹e?as las que despiertan al privilegiado que duerme.
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