Andras Schiff: "Para interpretar a Mozart hay que ser muy joven o muy viejo"

El pianista h¨²ngaro Andras Schiff (Budapest, 1953) ofrece esta tarde en el Auditorio Nacional un recital con obras de Schubert y Mozart, y el pr¨®ximo jueves, junto a la Camerata Sinf¨®nica de Salzburgo, el ¨²ltimo concierto para piano que escribi¨® Mozart y el primero de Beethoven. Considerado uno de los int¨¦rpretes m¨¢s originales y emotivos de Bach, Mozart, Schubert, Bartok y Beethoven, llega a Madrid precedido por el ¨¦xito que acaba de obtener con las sonatas de Schubert en Londres, Viena, Colonia, Mil¨¢n, Par¨ªs y Nueva York.

Su carrera pian¨ªstica, sin embargo, sigue un ritmo pausado, y met¨®dico. Amante de la m¨²sica de c¨¢mara, Schiff asegura que para interpretar a Mozart hay que ser "muy joven o muy viejo" y que no abordar¨¢ las dos ¨²ltimas sonatas de Beethoven hasta que cumpla por lo menos 50 a?os.Se encuentra Schiff, por tanto, en un periodo medio de su vida en el que no cabe m¨¢s que aprender y seguir acerc¨¢ndose a los grandes compositores que admira. "Hay algunos solistas que tocan a Mozart y que no conocen sus ¨®peras, lo que considero inadmisible", afirma. "A m¨ª me interesa no s¨®lo su m¨²sica sino su contexto social y pol¨ªtico; desbrozar todas las influencias y referencias de cada una de sus obras". De este modo, el pianista h¨²ngaro ha ido abandonando a algunos autores con los que no pod¨ªa evolucionar. "Ya no toco, por ejemplo, el primer concierto para piano de Chaikovski. Aunque considero que es una gran composici¨®n, he llegado a un punto en el que no me dice nada. Que lo toquen otros".

Lejos de las especializaciones en m¨²sicos o en ¨¦pocas muy concretas, Schiff abarca desde Bach hasta Bartok. "No es para mi un oroblerna, sino un incentivo. Hay muchas referencias en el folclor h¨²ngaro de Bartok que me remiten inmediatamente a Bach. Es frecuente que les interprete juntos en un concierto. Me parece una evoluci¨®n muy natural". Como el buen vino espa?ol, del que se declara admirador, los grandes m¨²sicos van adquiriendo para ¨¦l un poso diferente con el paso de los a?os. "Hay autores en los que me apasiona la evoluci¨®n, como en Beethoven, que creo que es el m¨²sico que con m¨¢s proyecci¨®n plante¨® su trabajo. Me impresiona de tal manera que no abordar¨¦ sus dos ¨²ltimas sonatas hasta que no se sepa mucho m¨¢s. Por lo menos hasta los 50 a?os. En otros la composici¨®n es m¨¢s natural, como el caso de Mozart, al que hay que interpretar siendo muy joven o muy viejo".

Desde su ni?ez, el concertista ha sentido especial predilecci¨®n por la m¨²sica de c¨¢mara, que sigue cultivando siempre que puede. Hace unos a?os fund¨® el Musikage Mondasse, cerca de Salzburgo, un festival anual de m¨²sica de c¨¢mara que dura una semana. "Los mejores conciertos de la historia se han interpretado para no m¨¢s de dos docenas de personas. Es otra forma de apreciar la m¨²sica, evidentemente". Por eso Schiff abomina de los grandes espect¨¢culos protagonizados por los int¨¦rpretes cl¨¢sicos. "Reconozco que es una forma de ganar dinero, pero lo que hacen los tres tenores no me interesa en absoluto, me parece una aberraci¨®n. Yo creo que ya he ganado suficiente dinero como para dedicarme a lo que realmente me gusta sin necesidad de prostituirme".