Fallece el dibujante Gin, alma de la revista 'El Jueves'

La revista de humor El Jueves est¨¢ a punto de celebrar sus 1.000 semanas de presencia en los quioscos, pero ¨¦se es un aniversario que el alma de la redacci¨®n, Jordi Gin¨¦s, alias Gin, no podr¨¢ festejar con sus compa?eros. Un c¨¢ncer acab¨® ayer con la vida de este excelente dibujante nacido en Barcelona hace 65 a?os. El entierro se celebra a las cinco de esta tarde en Sant Pere de Ribes (Barcelona), localidad en la que el dibujante resid¨ªa desde hace 20 a?os.La tristeza es el sentimiento imperante entre sus colegas de El Jueves y entre todos los que se dedican en Espa?a al humor gr¨¢fico. No en vano Gin era, adem¨¢s de una excelente persona, toda una instituci¨®n en ese mundillo. Una instituci¨®n, eso s¨ª, que se tomaba a s¨ª mismo tan poco en serio como al mundo que le rodeaba.

Gin se fogue¨® en la extinta Editorial Bruguera como ayudante de Conti, trabaj¨® luego para el extranjero a trav¨¦s de diversas agencias y, tras pasar por la revista El Barrab¨¢s y trabajar durante cuatro a?os en El Papus, acab¨® encontrando su h¨¢bitat natural en las diferentes redacciones de El Jueves. Le encantaba su trabajo y era incapaz de enviar sus colaboraciones desde casa: estaba m¨¢s a gusto en la redacci¨®n, intercambiando comentarios chuscos con los compa?eros, bajando de vez en cuando al bar a tomar una copa y recibiendo a j¨®venes talentos a los que, contratase o no, siempre dejaba contentos.

Maestro

"Le conoc¨ª cuando ten¨ªa 20 a?os y todo lo que s¨¦ me lo ense?¨® ¨¦l", comentaba ayer Fer, dibujante y coordinador de El Jueves. "Ha sido amigo, padre, maestro y hermano. Era una persona excepcional, que amaba la vida y manten¨ªa el sentido del humor en todo momento. B¨¢sicamente, era un t¨ªo cojonudo". Para el dibujante Jos¨¦ Luis Mart¨ªn, colega y amigo de Gin desde hace d¨¦cadas, "era un dibujante con una categor¨ªa art¨ªstica superior a la normal, y como persona era alguien capaz de crear y agrupar equipos". Mart¨ªn, que en los ¨²ltimos meses hab¨ªa asumido la direcci¨®n de la revista, recordaba ayer que Gin odiaba las entrevistas y los actos p¨²blicos: "Se sent¨ªa m¨¢s c¨®modo estando en un segundo plano".Como los franceses Reiser o Wolinski, Gin era un ¨¢crata apacible, un fatalista amable, un humanista consciente de que hemos venido a este mundo a sufrir, pero que eso no nos impide pasarlo tan bien como podamos. Como director de El Jueves, consigui¨® cosas admirables. De puertas afuera, mantener en el quiosco una publicaci¨®n que ejerce de notario sarc¨¢stico de la realidad. De puertas adentro, crear un espacio de libertad que no ten¨ªa nada que ver con lo que entendemos por un lugar de trabajo. Gracias a Gin, El Jueves era una oficina en la que un grupo de adultos se reun¨ªa cotidianamente para hacer el gamberro y divertir a sus compatriotas. Se le va a echar en falta.