Stoichkov tensa la espera espa?ola
La victoria de Bulgaria obliga a Espa?a a ganar a Francia para depender de s¨ª misma
Bulgan¨ªa despach¨® a Rumania y convirti¨® la espera espa?ola ante el choque con Francia en una tortura. Ya no hay otra salida para el grupo de Clemente que ganar el s¨¢bado si quiere caminar s¨®lo por la Eurocopa y no pedir cuentas ajenas. La apuesta por el empate en el Saint James Park la frustr¨® un viejo conocido de nombre Stoichkov. El ex ariete azulgrana jam¨¢s pact¨® con nadie, y menos ahora en que se juega el contrato para el curso que viene.Rumania, que ya no tiene opciones, no mereci¨® la derrota. Fue mejor equipo que Bulgaria. Pero no le sirvi¨® tampoco de nada tener m¨¢s estructura y organizaci¨®n que el contrario. A Bulgaria le bast¨® con un s¨®lo futbolista. El choque, al fin y al cabo, no tuvo nunca vida. Fue inanimado.
No es extra?o que, en este contexto, resultara determinante una acci¨®n terminal de Stoichkov. El b¨²lgaro le gan¨® a Hagi el mano a mano con el que se resum¨ªa la contienda. Stoichkov ha sido siempre un futbolista que se basta a s¨ª mismo para jugar: ¨¦l pari¨® la jugada del gol y ¨¦l mismo lo marc¨®. Es un finalizador. Hagi, por contra, propone y el colectivo dispone. La diferencia entre uno y otro marc¨® el enfrentamiento. Bulgaria fue directa y Rumania indirecta.
Y nada como un jugador tan caliente como Stoichkov para combatir el fr¨ªo de la grada. El suyo fue un gol de v¨¦rtigo. Ya de inicio tom¨® la bola de Balakov a la salida de la divisoria, enfil¨® el marco con un regate en corto con la zurda hacia dentro del campo, se meti¨® por entre el libre y el central rumanos y retrat¨® a Stelea con un disparo seco. Una bala.
El f¨²tbol directo del zurdo b¨²lgaro contrast¨® con el juego demasiado elaborado de los rumanos. Le falt¨® remate y gol al grupo de lordanescu. El que marc¨® Munteanu a la media hora a la salida de un c¨®rner no lo vio el ¨¢rbitro. Pese a que el cuero, tras dar en la base del larguero, traspas¨® la l¨ªnea de meta y volvi¨® a quedar en juego, el linier y colegiado no se dieron por enterados.
Bulgaria vivi¨® todo el partido de esas dos acciones puntuales. Hasta Stoichkov baj¨® al lateral para lanzar su diagonales hacia la carrera de Lubo Penev. Un pase y una carrera del l¨ªder b¨²lgaro valieron tanto como el seguido de toques que ofreci¨® Ruman¨ªa en todo el primer tiempo. La ¨²nica preocupaci¨®n del grupo de Dimitar Penev fue sacar a Hagi del partido con un marcaje de lordanov por todos los sectores del campo. El encuentro qued¨® as¨ª parado con los los diez mejores de Bulgaria contra los diez peores de Rumania. Munteanu se ofreci¨® entonces como la alternativa ofensiva del equipo. Pero el gatillo del zurdo del Colonia se encasquill¨®.
Desfondado Raducioiu, desubicado Hagi y desafinado Munteanu, Rumania se perdi¨® en la cancha con su f¨²tbol de crucigramas. Fue un grupo tartamudo.
El equipo de lordanescu se fue consumiendo a la espera de un libre directo, de un c¨®rner o de un zurdazo de Hagi a la salida de un regate. Ni el bal¨®n parado, sin embargo, les redimi¨®. Result¨® intrascendente que la zaga b¨²lgara tuviera problemas de acoplamiento. Le vali¨® vivir a expensas de un veterano como Ivanov.
El partido muri¨® con un mano a mano en la porter¨ªa rumana, en el que Stelea le gan¨® a Lechtkov, y con el en¨¦simo disparo sin tino de Munteanu. Dos sobresaltos en medio de la siesta. Stoichkov hab¨ªa decidido desde el tercer minuto jugar para los dem¨¢s.
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