Rosas y espinas

Hab¨ªa verdadera expectaci¨®n entre el p¨²blico que abarrotaba la sala para comprobar en vivo el efecto de las personales canciones de Nacho Campillo, uno de los escasos int¨¦rpretes y compositores espa?oles con aut¨¦ntico sello propio. El ex Tam Tam Go hizo acto de presencia a los acordes de Tu otro yo y la velada se tom¨® suave, intimista y con ese deje bailable que Nacho imprime en toda su obra musical. Acompa?ado por una banda sobria y efectiva, el solista dio cumplido repaso a su primer disco en solitario, apurando con su voz de terciopelo las elegantes posibilidades de canciones como As¨ª es la tierra, Como un perro o la muy espl¨¦ndida Loco de amor. Temas todos ellos que revelan un punto de vista personal y po¨¦tico, en el que la sensibilidad siempre est¨¢ a flor de piel tanto para el amor como para el dolor; rosas y espinas.Hubo espacio tambi¨¦n para un peque?o set ac¨²stico, en el que el artista dej¨® volar El diablo en el cuerpo, e, incluso, el maestro Raimundo Amador aport¨® su guitarra sabia y amiga en Canci¨®n de la prisi¨®n. Para que la fiesta fuera del todo completa, Nacho desempolv¨® algunas de las joyas de la familia Tam Tam Go, como Manuel Raquel y Espaldas mojadas, esta ¨²ltima coreada hasta por la gente de seguridad del local.