Los ¨²ltimos 16 'hombres libres' se entregan al FBI tras 81 d¨ªas de resistencia
Los miembros del grupo Freemen (Hombres Libres) que en la noche del jueves se entregaron a la polic¨ªa despu¨¦s de 81 d¨ªas de encierro en un rancho de Montana (EE UU) ser¨¢n procesados por delitos que abarcan desde la conspiraci¨®n para el fraude hasta el de amenazas contra agentes federales. S¨®lo dos de las 16 personas que se rindieron pac¨ªficamente fueron puestas inmediatamente en libertad; las dem¨¢s fueron trasladadas a una c¨¢rcel de Montana, donde ayer aguardaban su primera comparecencia ante el juez.
Portavoces del FBI aseguraron que la ¨²nica concesi¨®n que han hecho a Freemen, un grupo de extremistas antigubernamentales que rechaza la legitimidad del Estado, es la de tomar en consideraci¨®n la delicada salud de dos de sus miembros de m¨¢s edad a la hora de decidir sobre las fianzas. Adem¨¢s, se les ha permitido conservar algunos documentos que ellos quieren presentar como prueba de que no han cometido los delitos que se les imputan.Siete de los procesados est¨¢n acusados de haber participado en un fraude bancario de 1,8 millones de d¨®lares (234 millones de pesetas) cometido por medio de cheques sin fondos. Los otros siete tendr¨¢n que hacer frente a cargos menores, como los de resistirse al arresto o poner en peligro la vida de oficiales de polic¨ªa.
Los freemen no s¨®lo no aceptan la autoridad del Gobierno y de sus instituciones, como la polic¨ªa y los jueces, sino que tampoco respetan la reglas del sistema econ¨®mico. En su concepci¨®n, el pago con un cheque sin fondos no es un delito, sino una forma de burlar el opresivo modelo de esta sociedad. A su forma, son unos anarquistas de extrema derecha que s¨®lo creen en la autoridad de Dios, que proclaman la superioridad de la raza blanca y que se sienten en la obligaci¨®n y con el derecho de defender con las armas sus ideas y sus familias.
La rendici¨®n de los freemen fue anunciada por el propio presidente Bill Clinton durante una cena con la presidenta de Irlanda, Mary Robinson. Clinton elogi¨® el comportamiento del FBI, que, a diferencia de lo que hab¨ªa ocurrido durante la matanza de Waco (Tejas) en 1993, supo ahora esperar hasta agotar la paciencia de los encerrados en un rancho cercano a la ciudad de Jordan. All¨ª, los freemen hab¨ªan montado su peque?o, Estado particular, que llamaban Justus Township.
Durante todos los d¨ªas de en cierro, el FBI mantuvo comunicaciones con los rebeldes y permiti¨® el acceso de alimentos y medicinas al rancho. El ¨²nico castigo contra ellos fue el de cortarles la electricidad y el de darles muy poco combustible para sus generadores de energ¨ªa.
"Creo que la estrategia de paciencia y resoluci¨®n ha funcionado al fin y al cabo", coment¨® ayer el director del FBI, Louis Freeli que se jugaba en esta operaci¨®n el prestigio de su agencia, muy deteriorado despu¨¦s del fiasco de Waco, donde murieron m¨¢s de 80 personas. Freeh confirm¨®, no obstante, que la polic¨ªa nunca lleg¨® a descartar un asalto por la fuerza del complejo ocupado si la negociaci¨®n con los freemen hubiera fracasado.
"Desde el primer d¨ªa de este caso en Montana, el Departamento de Justicia y el FBI han trabajado juntos con la determinaci¨®n de conseguir lo que finalmente se ha conseguido: la detenci¨®n de los freemen sin p¨¦rdida de v¨ªdas, sin heridos y sin comprometer nuestra misi¨®n de pleno respeto a las leyes federales", declar¨® la fiscal general, Janet Reno.El encierro comenz¨® el pasado 25 de marzo, despu¨¦s de la detenci¨®n de los dos principales dirigentes de los freemen, LeRoy Schweitzer y Daniel Peterson, que se encuentran actualmente en una c¨¢rcel de Montana. Desde su celda, Schweitzer dio su aprobaci¨®n personal al acuerdo que facilit¨® la rendici¨®n. El permiso para que los freemen se quedasen con sus documentos fue, al parecer, determinante para conseguir un final feliz.
Horas antes de entregarse los freemen arriaron la bandera norteamericana, que ten¨ªan colocada al rev¨¦s como muestra de desobediencia al Estado, e izaron una bandera confederada.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.