Yeltsin cierrra campa?a diciendo que uno de sus rivales de ahora le suceder¨¢ en el a?o 2000
El presidente de Rusia, Bor¨ªs Yeltsin, cerr¨® ayer su campa?a electoral entre sus entusiastas paisanos de los Urales con una adivinanza y una recomendaci¨®n: el hombre que ha de sucederle al frente de Rusia en el a?o 2000 est¨¢ entre sus rivales de ahora, y m¨¢s le valdr¨ªa retirar su candidatura para triunfar dentro de cuatro a?os. "En las elecciones del a?o 2000 hay que preparar un presidente al que la gente conozca, que sea una autoridad y tenga el cari?o de todos los rusos" dijo Yeltsin al descender del avi¨®n que le llev¨® a Yekaterimburgo, ¨²ltima etapa en sus viajes electorales. "S¨¦ qui¨¦n es esa persona", a?adi¨®, y, aumentando el suspense, agreg¨®: ¡¤"Si yo estuviera en su lugar, retirar¨ªa mi candidatura y triunfar¨ªa la pr¨®xima vez".
Las opiniones de los observadores pol¨ªticos se dividieron. Unos pensaron que Yeltsin ten¨ªa en la cabeza al economista Grigori Yavlinski, dem¨®crata de buena reputaci¨®n, y otros, que el objeto de sus pensamientos era el general Alexandr L¨¦bed, respetado por su acci¨®n pacificadora en la regi¨®n moldava del Transdni¨¦ster. Hab¨ªa tambi¨¦n quien opinaba que no se refiri¨® a nadie en concreto, sino al reformista que quede en tercer lugar, puesto clave para inclinar la balanza en la segunda vuelta, que se da, pr¨¢cticamente por segura.Durante la campa?a, Yeltsin se ha entevistado con Yavlinski, a quien propuso ser viceprimer ministro, y con L¨¦bed, a quien le ha prometido un cargo en el pr¨®ximo Gobierno, seg¨²n fuentes del Kremlin. Sin embargo., ni Yavlinski ni L¨¦bed han dado se?ales de querer tirar la toalla en la primera vuelta. L¨¦bed ha mejorado sensiblemente su cotizaci¨®n pol¨ªtica e imagen tras mostrar gran ingenio y sentido com¨²n en varias entrevistas televisivas. Detr¨¢s del general se han agrupado economistas liberales, algunos de ellos con papeles clave en el equipo de Yegor Gaidar, arquitecto de la reforma que Yeltsin inici¨® 1992.
Yekaterimburgo, ciudad desde la cual dirigi¨® una organizaci¨®n comunista provincial de 1976 a 1985, fue el lugar elegido por Yeltsin para iniciar y concluir su campa?a. El disparo de salida tuvo lugar a mediados de febrero, cuando anunci¨® que pensaba competir y dibuj¨® lo que ser¨ªa la l¨ªnea central de su estrategia electoral: impedir que el comunismo vuelva al poder. En los cuatro meses que han pasado desde entonces, el presidente, que lleg¨® a convertirse en figura casi fantasmal por sus repetidas ausencias de la vista del p¨²blico, se ha mostrado en plena forma. Ha viajado por todo el pa¨ªs, visitando al menos 24 lugares diferentes desde Jab¨¢rovsk, en el Extremo Oriente, hasta Vorkut¨¢, en el C¨ªrculo Polar ?rtico, pasando por una fugaz visita, a Chechenia.
Yekaterimburgo es un basti¨®n de Yeltsin, y la ciudad estuvo ayer a la altura de su reputaci¨®n, pese a que no se han cumplido las promesas de pagar los sueldos atrasados que hizo en febrero. Los atrasos afectan a los polic¨ªas y a los bomberos que, en un barrio c¨¦ntrico de la ciudad, llenan sus cisternas con el agua de un lago, porque los servicios municipales se niegan a suministr¨¢rsela por falta de pago. La Administraci¨®n provincial, que apoya a fondo al presidente, evita dar la cifra global de la deuda de Mosc¨² en concepto de salarios y servicios "hasta despu¨¦s de las elecciones". La muerte en Chechenia de 10 miembros de las unidades de intervenci¨®n especial, el OMON, de Yekaterimburgo, en marzo, afect¨® el estado de ¨¢nimo de la ciudad.
Yeltsin, que prometi¨® que har¨¢ cambios importantes en el Gobierno y dijo estar satisfecho del "dinamismo" y "tensi¨®n" de su campa?a, particip¨® en un mitin en el centro, cerca de la f¨¢brica metal¨²rgica (hoy museo) en tomo a la cual se fund¨® la ciudad en el siglo XVIII y donde los ciudadanos discut¨ªan de pol¨ªtica durante la perestroika.
Yeltsin habl¨® durante menos de cinco minutos desde un escenario al aire libre, donde antes algunas de las figuras m¨¢s destacadas del rock ruso calentaron motores con ritmos preelectorales que ya se han hecho populares, como Vota o pierde y "Lucha, Bor¨ªs, que te espera el camino a la cumbre; venga, venga, Bor¨ªs, Bor¨ªs, danos un bis". Detr¨¢s del presidente estaban su esposa, Naina; las dos hijas de ambos, Tania y Lena, y tres de los cuatro nietos del l¨ªder ruso. Yeltsin pronunci¨® tres veces la palabra familial uno de los t¨¦rminos clave de su campa?a. "Hace cinco a?os elegimos la libertad. Nos hemos pegado muchos coscorrones y hemos aprendido muchas cosas. Ahora no se puede retro ceder", afirm¨®.
La visita dur¨® s¨®lo medio d¨ªa, y renunci¨® a visitar una exposici¨®n de cupones de racionamiento de la ¨¦poca sovi¨¦tica que se exhibe en el Museo de la Juventud. Incluye cupones de pan de los a?os treinta para trabajadores de la industria del oro y otros para bebidas alcoh¨®licas de la ¨¦poca de Gorbachov. Pertenece a Vitali Maslikov, representante presidencial en la ciudad, y tiene una laguna: los cupones de cuando Yeltsin fue jefe comunista local.
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