La mancha se mueve
El propietario de un terreno de Arganda intenta secar una laguna de aceite que avanza hacia su casa
S¨®lo le sabe que tiene unos 50 metros de ancho por 30 de largo y que se mueve en verano. La profundidad y la composici¨®n exacta de la balsa de hidrocarburos que corre hacia la N-III es a¨²n un misterio para los t¨¦cnicos. Esta laguna, que en invierno se solidifica y en verano se lic¨²a y se desparrama sin control por una finca de Arganda (29.000 habitantes), preocupa a los vecinos, al Ayuntamiento, a la fiscal¨ªa de Medio Ambiente y a la Comunidad de Madrid. (V¨¦ase EL PA?S del 8 de junio).Sin embargo, nadie ha tomado medidas efectivas para evitar su avance. Mientras, Agust¨ªn Albi?ana, propietario de los terrenos por donde la mancha se desplaza, se desespera. "He intentado hacerla desaparecer con fuego, pero no arde. He echado cientos de camiones de tierra, pero se traga la carga como si nada. La cal tampoco la afecta. He levantado barreras con tierra para parar su avance, pero ha sobrepasado algunas por los lados y otra por el subsuelo. La mancha se dirige hacia mi casa y la N-III. La verdad, no s¨¦ c¨®mo acabar¨¢ esto".
El vertido se sit¨²a sobre una zona elevada de la finca de Albi?ana. Bajo ella, y a un centenar de metros, est¨¢ la vivienda y la carretera. Por las laderas fluye el viscoso l¨ªquido.
Hace unos 20 a?os, seg¨²n el Ayuntamiento, la extinta empresa de reciclado de aceites Ulibarri, verti¨® miles de litros de hidrocarburos en la finca. Cinco a?os m¨¢s tarde, Albi?ana, ajeno a ello, compr¨® los terrenos. Levant¨® un bar, un circuito para coches y su vivienda.
"Me gustaba mucho el lugar porque ol¨ªa a tomillo, pero no me fij¨¦ en la sorpresa que guardaban. Un d¨ªa descubr¨ª entre los matorrales las manchas [al principio hab¨ªa tres]. No me preocup¨¦ mucho porque pens¨¦ que con un poco de tierra las tapar¨ªa. Las dos balsas peque?as [de unos cinco metros de longitud] pronto desaparecieron con una decena de camiones de tierra. Pero la grande a¨²n persiste. Cada a?o gasto casi medio mill¨®n de pesetas en intentar destruirla. He pedido ayuda a todas las instituciones, pero nadie me hace caso", dice.
Seg¨²n Albi?ana, en los ¨²ltimos a?os, ha recibido veinte visitas de expertos. "Todos me dicen que van a acabar con ella, pero es mentira. Todos son muy listos, pero no hacen nada. Estoy harto", comenta. "Esto es una pesadilla, el pozo ya est¨¢ contaminado y el cabecero de mi cama cada vez est¨¢ m¨¢s cerca de la mancha", remacha.
El edil de Medio Ambiente de Arganda, Miguel ?ngel Quintana, del PP, explica que el Ayuntamiento ha avisado en varias ocasiones a la Comunidad de Madrid para que elimine el vertido. "No, todav¨ªa no hemos logrado una respuesta. Nosotros carecemos de medios econ¨®micos y t¨¦cnicos para acabar con ella".
La situaci¨®n es tan peligrosa que, en los ¨²ltimos a?os, varios ni?os, perros, conejos y p¨¢jaros quedaron atrapados en la balsa. El ¨²ltimo, hace unos d¨ªas, el perro del Albi?ana. "No he podido sacarle a¨²n la suciedad. El petr¨®leo, o lo que sea, se pega y no sale con nada".
"Pero lo que de verdad me preocupa", contin¨²a, son los ni?os. Hace cinco a?os, un chaval¨ªn se meti¨® con la bici en toda la mancha. Sus compa?eros se acercaron corriendo a mi casa para que le ayudase. Le saqu¨¦ con medio cuerpo sumergido. Y lloraba mucho porque la bicicleta no la pudimos sacar. Dec¨ªa que su padre le iba a rega?ar mucho. La bici se sumergi¨® en esa plasta y all¨ª contin¨²a todav¨ªa. Sumergida en esa masa viscosa".
La consejer¨ªa de Medio Ambiente ha efectuado varios estudios sobre esta balsa; el ¨²ltimo, en 1994. Los t¨¦cnicos se?alan que se trata de hidrocarburos que se encuentran en el cat¨¢logo de terrenos contaminados. Es decir, que deben ser limpiados con urgencia.
Y han pasado 20 a?os.
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