Europa saca a hombros a Suker
El croata marca dos goles y ofrece todo un repertorio de buen f¨²tbol
Dos goles, una asistencia, una vaselina delicada desde 50 metros, decenas de controles inolvidables, un pu?ado de fintas te?idas de hermosura, tres o cuatro disparos envenenados... Davor Suker cumpli¨® su sue?o: asomarse a la ¨¦lite. Ha hecho toda su carrera fuera del podio internacional, por la inconsistencia de su anterior equipo y los problemas b¨¦licos de su pa¨ªs. Por fin Inglaterra le puso en el mapa y en su segunda oportunidad dej¨® una huella imborrable. Nadie hasta el momento ha igualado su actuaci¨®n frente a los daneses, repleta de acciones holywoodianas.
Croacia vivi¨® toda la tarde a cuenta de la chistera de Suker y se encontr¨® con una goleada en un partido muy gris. Reducido a un bis a bis entre Brian Laudrup y Suker. En medio del cruce entre dos estilos tan antag¨®nicos -el individualismo croata frente a la comuna danesa- uno y otro se salieron del gui¨®n y plasmaron lo mejor del encuentro. Coparon la mayor¨ªa de las acciones ofensivas y dibujaron lo mejor de la noche.
Al peque?o Laudrup no le gusta la alta competici¨®n. Est¨¢ refugiado en la Liga escocesa. Huye de lo que ¨¦l llama "histeria" (trad¨²zcase ligas espa?ola, italiana e inglesa). Pero le van los torneos cortos, donde la presi¨®n se acumula en un par de semanas. Ya lo demostr¨® en la Eurocopa de Suecia. En Inglaterra ha mantenido el nivel, pero, al margen de las dosificadas intervenciones de su hermano mayor, el resto de sus compa?eros no dejan de ser los mayordomos de la conspicua familia. Est¨¢n a su servicio: pelean, chocan, presionan, van y vienen las veces que haga falta... Y nada m¨¢s. Barren la casa, pero no tienen alcurnia futbol¨ªstica.
Mientras el Laudrup mayor tuvo gas y el peque?o espacios, la selecci¨®n de Dinamarca estuvo metida en el partido. Su juego colectivo super¨® durante muchos minutos a Croacia, muy deslabazada en su juego por culpa del irritante individualismo de sus jugadores (basta recordar a Prosinecki).
Pero en el diccionario dan¨¦s esa superioridad no es m¨¢s que un aniquilamiento del rival. Croacia le facilit¨® el trabajo. Sus futbolistas se empe?aron en imantar la pelota en cada jugada, en vez de apostar por una circulaci¨®n m¨¢s r¨¢pida, y acomodaron la presi¨®n danesa. Pero Dinamarca est¨¢ exclusivamente tejida para defender. De ah¨ª que cuando el partido se le empin¨®, o lo que es lo mismo, cuando Suker explot¨® en toda su dimensi¨®n, afloraron a pu?ados todas sus carencias. Qued¨® en evidencia que se trata de un equipo del mont¨®n. Para entonces, minuto 52, Michael Laudrup ya estaba ausente y el campe¨®n vigente ya no tuvo capacidad de reacci¨®n. Salvo un remate al poste de Brian Laudrup, qui¨¦n si no, en el tramo final.
Pero la respuesta de Sulcer fue fulminante. Apuntal¨® la victoria con un pase de gol a Boban y luego, con el partido resuelto, mostr¨® a Europa todas sus credenciales. Y el f¨²tbol, siempre agradecido con quien le mima, le sac¨® a hombros. Justo premio a un jugador injustamente marginado de las grandes citas.
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