Pasarse de rosca
EL NUEVO C¨®digo Penal, que ha entrado en vigor recientemente, ha sido celebrado como un avance respecto al sistema de penas que permanec¨ªa pr¨¢cticamente inm¨®vil en Espa?a desde hace m¨¢s de un siglo. Globalmente, lo es. Pero no han faltado voces que cuestionan tal avance en aspectos muy concretos o que incluso hablan de retroceso. Sin duda, no es un progreso castigar como delito de desobediencia -de seis meses a un a?o- la negativa de un conductor a someterse a la prueba de alcoholemia a requerimiento del agente de la autoridad. En todo caso, esta cuesti¨®n ser¨¢ la primera sobre la que el Tribunal Constitucional tendr¨¢ que pronunciarse en relaci¨®n con el nuevo c¨®digo.Una juez ha planteado la posible inconstitucionalidad que supone obligar a alguien a hacer algo que puede volverse contra ¨¦l en el proceso penal. Si fuera as¨ª, es indudable que se vulnerar¨ªan los art¨ªculos 17 y 24 de la Constituci¨®n, que garantizan el derecho a no incriminarse ni a declarar contra s¨ª mismo. Pero, adem¨¢s, se da la incongruencia de que el nuevo c¨®digo castiga m¨¢s severamente la negativa a la prueba de alcoholemia que la propia conducci¨®n temeraria.
En principio, la negativa de un conductor a la prueba de la alcoholemia debe ser sancionada, pues se parte del supuesto de que el requerimiento del agente no es arbitrario, sino que est¨¢ relacionado con la conducta peligrosa o presuntamente delictiva del propio conductor.
Pero para eso est¨¢n las leyes administrativas, y m¨¢s en concreto las de tr¨¢fico, no el C¨®digo Penal. ?De qu¨¦ valdr¨ªa acusar penalmente a un conductor de negarse a la prueba de la alcoholemia si luego la justicia cuestiona ese hecho como prueba de cargo y declara nulo el proceso? Seguramente es m¨¢s disuasoria y efectiva una multao la retirada temporal del carn¨¦ de conducir que la amenaza de un proceso incierto. Como suced¨ªa hasta ahora. Adem¨¢s, la justicia no est¨¢ en este pa¨ªs para echar sobre ella asuntos que pueden resolverse mejor en otros ¨¢mbitos. Sin duda, en esta cuesti¨®n, el nuevo C¨®digo Penal se ha pasado de rosca.
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