Los Sex Pistols soportan mal la actitud 'punki' del p¨²blico finlandes durante su reaparici¨®n
Los supervivientes del grupo brit¨¢nico inician en Helsinki su gira 'de lucro indecente'
Los padres del punk soportaron mal el comportamiento de un p¨²blico que no hizo sino imitar al que los encumbr¨® durante el breve fulgor de su banda. Los supervivientes de Sex Pistols reaparecieron el viernes en un escenario de Helsinki tras 20 a?os de ausencia y fueron recibidos con una avalancha de objetos y escupitajos que les lanzaban los cerca de 20.000 espectadores que los esperaban. Era ¨¦sta una actitud normal entre los punkis de anta?o, pero los Pistols de ahora amenazaron con abandonar el escenario. si continuaban. El grupo actuar¨¢ el 2 de julio en Madrid.
Los padres del punk regresaron el viernes a los escenarios despu¨¦s de casi 20 a?os, con un concierto en Finlandia en el que recibieron de sus seguidores el trato a que estaban acostumbrados anta?o, pero que ahora no aceptan. Ante la avalancha de todo tipo de objetos que les lanzaba el p¨²blico del Festival del Verano, Johnny Rotten y sus compa?eros, que en los a?os 70 ve¨ªan normal incluso que les escupieran, amenazaron con irse del escenario.Rotten, cuyo nombre real es John Lyndon, lleg¨® a pedir a los cerca de 20.000 espectadores que detuvieran el lanzamiento de objetos, sin mucho ¨¦xito. La actuaci¨®n tuvo lugar al aire libre en Messila, unos 100 kil¨®metros al norte de Helsinki y lleg¨® a interrumpirse, pero una vez calmados los ¨¢nimos, los Pistols reanudaron su actuaci¨®n, y el p¨²blico sigui¨® lanz¨¢ndoles botellas de pl¨¢stico y todo tipo de basura. Junto con Rotten (que en ingl¨¦s significa podrido), tocaron los miembros originales de la banda: el guitarrista Steve Jones, el bater¨ªa Paul Cook y el bajista Glen Matlock, quien en 1976 dej¨® la banda y fue sustituido por Sid Vicious, que en 1979 falleci¨® de sobredosis de hero¨ªna.Los componentes del grupo, ya cuarentones, tocaron sus viejos temas, algunos de los cuales llegaron a convertirse en himnos del punk, como God Save the Queen -que estuvo prohibida en el Reino Unido-, Anarchy in the U.K., Psychotic Reaction o No Fun.
Los a?os noventa ser¨¢n recordados como una ¨¦poca en la que se consumaron reuniones improbables. La nostalgia, la popularidad decreciente del ¨ªdolo y el estado de su cuenta corriente son algunos de los motivos m¨¢s frecuentes que constatan que, felizmente, "el tiempo lo cura todo". Se recordar¨¢ esta d¨¦cada como la del retorno de Velvet Underground, Beatles y... los Pistols.Las cr¨®nicas recuerdan que el grupo que instaur¨® el punki rara vez actu¨® para un p¨²blico superior a 200 personas. Y que jam¨¢s llegaron a destrozar sus t¨ªmpanos durante m¨¢s de 40 minutos. Que la noche en la que dieron su ¨²ltimo concierto, John Lydon no ten¨ªa dinero para pagar una pensi¨®n. Malcolm McLaren, su representante, fue el mayor beneficiario de las andanzas del grupo, seguido de su compa?¨ªa discogr¨¢fica de la madre de Sid Vicius, que edit¨® un libro de fotos de la primera comuni¨®n de su hijo.
Los Pistols anunciaron en una esperp¨¦ntica rueda de prensa su reuni¨®n para una ¨²nica gira llamada "del lucro indecente". "Hemos encontrado una causa com¨²n: vuestro dinero.En todo este tiempo" dice Lydon, "los pol¨ªticamente correctos nos han utilizado como bandera, danzando alegres alrededor de un mito falso. Es molesto para ellos que volvamos y rompamos ese mito. Es maravilloso, una delicia". "Es bueno que nos odien", a?adi¨® el guitarrista Jones. Y Cook rubric¨®: "Nunca gustamos a nadie. Todo el mundo nos odi¨®: la prensa y el p¨²blico". ?Qu¨¦ esperan estos cuatro supervivientes? "Respeto. Si la gente quiere abuchearnos, perfecto, pero que compren la entrada. Al que no le guste, que no venga. Yo nunca he ido a ver algo que no me gustara", remata el histri¨®nico e inteligente Lydon.El problema es que los Sex Pistols s¨®lo grabaron un disco, la biblia punk titulado Never mind the bollocks, y, l¨®gicamente, quien haya comprado la entrada estar¨¢ inquieto por lo que vayan a ofrecerle. Despu¨¦s del calentamiento en Finlandia, act¨²an, ma?ana en el Finsbury Park de Londres, donde van a grabar un disco en directo. Las canciones, -promet¨ªa, el cantante hace unos d¨ªas- no presentar¨¢n variaci¨®n respeto a las originales: "Ser¨¢n tan puristas y tan buenas como siempre".
Muchos critican su regreso, pero mayores lindezas dedica su l¨ªder a sus nuevos fans: "No quiero ver gente disfrazada de punki intentando, imitarme. Me produce verg¨¹enza ajena. No me gusta verme idolatrado o convertido en una figura religiosa, que es lo que el rock tiende a crear". Y despu¨¦s de eructar cuatro o cinco veces, John despelleja al cr¨ªtico Greil Marcus, cuyo libro Rastros de carm¨ªn relacionaba su ideolog¨ªa con la de los dada¨ªstas, los revolucionarios parisinos del 68 e incluso con la de Luis Bu?uel. Lydon es el ¨²nico pistol que ha conocido cierto ¨¦xito fuera del grupo. Su estilo iconoclasta brill¨® durante m¨¢s de una d¨¦cada en su grupo P.I.L., que acaba de disolver.
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