El viaje m¨¢s turbio

Cada segundo, los madrile?os echan 14.000 litros de aguas residuales a la alcantarilla. Ah¨ª emprenden un largo viaje. Las siete depuradoras -de propiedad municipal y gesti¨®n privada- se encargan de limpiar el l¨ªquido antes de que engrose el caudal de los r¨ªos Manzanares y Jarama. Por ¨¦stos llegar¨¢ al r¨ªo Tajo y al Atl¨¢ntico, v¨ªa Lisboa. Los fangos resultantes del proceso de depuraci¨®n se comercializan como abono agr¨ªcola tras un largo periodo de secado. En toda esta secuencia se gastan cerca de 5.000 millones de pesetas, que salen del bolsillo de los consumidores por la v¨ªa del canon en el recibo del agua.El Ayuntamiento de Madrid, que se ufana de depurar el ciento por ciento de las aguas residuales de la capital, prev¨¦ construir una octava planta de tratamiento (La Gavia, en el distrito de Vallecas) para atender las necesidades de los nuevos barrios aprobados.El proyecto es uno de los pilares del segundo plan de saneamiento, a¨²n sin aprobar por el Consistorio madrile?o.

Pero la depuradora futura no paliar¨¢ el problema de la m¨¢s veterana: los vecinos de los distritos de Villaverde y Usera se quejan de los f¨¦tidos olores de la depuradora de La China, la m¨¢s antigua de Espa?a.

Aunque se han introducido mejoras en esta instalaci¨®n, seguir¨¢ sin estar totalmente cubierta. Y el futuro plan de saneamiento integral no proyecta su construcci¨®n.