La biotecnolog¨ªa cambiar¨¢ el mundo, como el 'software'

A veces la gente me pregunta a qu¨¦ campo me dedicar¨ªa si no estuviese en la inform¨¢tica. Creo que me dedicar¨ªa a la biotecnolog¨ªa. Espero ver impresionantes progresos en medicina en las dos pr¨®ximas d¨¦cadas, y los investigadores y las empresas de biotecnolog¨ªa ser¨¢n esenciales piara ese progreso.Soy un firme creyente en la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n y en c¨®mo revoluciona el modo de trabajar, jugar y aprender de la gente. Pero ser¨ªa dif¨ªcil discutir que la floreciente revoluci¨®n m¨¦dica encabezada por la industria de la tecnolog¨ªa no sea menos importante para el futuro de la humanidad. Tambi¨¦n capacitar¨¢ a la gente y elevar¨¢ el nivel de vida.

Los investigadores ampl¨ªan nuestro conocimiento de c¨®mo funciona el organismo en el nivel m¨¢s fundamental, y este conocimiento nos permite entender mejor las enfermedades y la forma de tratarlas.

Queda mucho trabajo por hacer, pero cient¨ªficos de todo el mundo, que a la vez compiten ferozmente y colaboran, lo est¨¢n haciendo a marchas forzadas.

Cuando la gente oye el t¨¦rmino biotecnolog¨ªa, a menudo piensa en divisi¨®n de genes y otras formas de ingenier¨ªa gen¨¦tica. ?sta es una rama importante de la ciencia, pero no es la parte m¨¢s esencial.

Los mayores adelantos en medicina ser¨¢n el resultado del trazado de mapas y la comprensi¨®n del genoma humano: explicar la secuencia exacta de los 3.000 millones de nucle¨®tidos que componen los 100.000 genes que se calcula que son el croquis colectivo de los seres humanos. Es un trabajo inmenso.

Si los cient¨ªficos identificasen la localizaci¨®n exacta de una diminuta unidad de informaci¨®n gen¨¦tica por segundo 24 horas al d¨ªa todos los d¨ªas, se tardar¨ªa un siglo en trazar el mapa de los 3.000 millones. Gracias a los ordenadores y a la tecnolog¨ªa especializada, investigadores de todo el mundo trabajan a un ritmo colectivo mucho m¨¢s r¨¢pido, y el proyecto podr¨ªa completarse en s¨®lo una d¨¦cada.

Hasta ahora, el mapa muestra la mayor parte de las principales caracter¨ªsticas del genoma y muchos detalles sobre partes selectivas del mismo. Si utilizamos como analog¨ªa un estudio sobre la Tierra, hasta ahora hemos establecido la localizaci¨®n de la mayor parte de los pa¨ªses y de muchas ciudades grandes y hemos trazado mapas detallados de muchos barrios importantes.

Esta investigaci¨®n es clave para tratar las enfermedades. Una enfermedad para la que no existe una terapia eficaz es un misterio sin resolver. Los investigadores m¨¦dicos necesitan pistas para inventar un medicamento o una terapia eficaces para la enfermedad. Lo que necesitan es un golpe de suerte en el caso, una prueba valiosa que les pueda impulsar en la direcci¨®n adecuada.

Una de las formas m¨¢s prometedoras de encontrar esta clase de pista es comparar con minucioso detalle la estructura gen¨¦tica de personas emparentadas, algunas de las cuales tienen una enfermedad que afecte a la familia y otras no. El objetivo de este trabajo detectivesco es encontrar un gen mutante (un gen que tenga revuelta parte de su informaci¨®n gen¨¦tica) en las personas afectadas.

Una vez que se ha asociado un gen con una enfermedad, se puede utilizar para encontrar formas de interferir en ella. Si se descubre un medicamento u otra terapia para tratar a gente que tenga una predisposici¨®n gen¨¦tica a la enfermedad, puede funcionar tambi¨¦n en el caso de los dem¨¢s.

Creo que terminaremos por inventar terapias para la mayor parte de las enfermedades, un logro que, antes o despu¨¦s, mejorar¨¢ la vida de casi todo el mundo antes. Se tardar¨¢n muchas d¨¦cadas, quiz¨¢ incluso var¨ªas generaciones, en alcanzar este objetivo, pero todos los progresos que se hagan a lo largo del camino son extremadamente ¨²tiles.

La biotecnolog¨ªa no es mi l¨ªnea de trabajo, pero me gusta seguir su progreso como afici¨®n. Ayud¨¦ a financiar un programa de biolog¨ªa molecular en la Universidad de Washington y formo parte de las juntas de ICOS Corporation y Darwin Molecular Corporation, peque?as empresas privadas de biotecnolog¨ªa. (Aunque hay montones de grandes empresas en el campo, cualquiera que piense en invertir deber¨ªa entender que es dif¨ªcil distinguir los ganadores de los perdedores, as¨ª que es muy arriesgado).

Una de las razones por las que me atrae la industria de la biotecnolog¨ªa es que aprovecha muy bien la tecnolog¨ªa de la informaci¨®n. Los ordenadores son un instrumento fundamental para examinar el genoma con objeto de encontrar modelos que encajen entre s¨ª, formar sistemas complejos y comunicarse con otros investigadores.

Los investigadores que trazan mapas del genoma en pa¨ªses de todo el mundo utilizan el correo electr¨®nico para compartir ideas. Presentan los resultados en Internet y buscan informaci¨®n detallada sobre el trabajo de otros. Por ejemplo, Darwin ha construido una moderna red interna (intranet) para ayudar a sus investigadores a navegar por la inmensa red de datos sobre genes que hay disponibles tanto dentro como fuera de la empresa.

Con la ayuda de Internet y de otros modernos instrumentos de informaci¨®n, un equipo formado por cient¨ªficos de Darwin, entre otros, tard¨® s¨®lo ocho meses en descubrir un defecto gen¨¦tico que puede llevar al envejecimiento prematuro. Los investigadores se abrieron camino entre 650.000 nucle¨®tidos hasta que encontraron un gen mutante culpable del s¨ªndrome de Werner, que hace que la gente de 40 a?os tenga el aspecto (y los achaques) de los ancianos de 80 a?os.

De no ser por Internet, se habr¨ªa tardado a?os en hacer este descubrimiento. Internet no s¨®lo permiti¨® enviar mensajes entre los investigadores de diferentes lugares, sino tambi¨¦n examinar bases de datos internacionales de informaci¨®n gen¨¦tica en cuesti¨®n de minutos en lugar de durante d¨ªas en una biblioteca f¨ªsica.

Es emocionante ver que los ordenadores y las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n se utilizan con tanta eficacia y con tan buenos prop¨®sitos. Aunque los PC e Internet s¨®lo sirviesen para impulsar la investigaci¨®n m¨¦dica, todo lo que hemos invertido en estos instrumentos de informaci¨®n habr¨¢ merecido la pena.