Espa?a aprovechar¨¢ sus buenas relaciones con China para incrementar las exportaciones
China lleva camino de convertirse, dentro de un cuarto de siglo, en la primera potencia econ¨®mica mundial. La Administraci¨®n espa?ola ha estrechado desde haceuna d¨¦cada las relaciones pol¨ªticas con Pek¨ªn y ha despejado el camino a las empresas para que hagan negocios. ?stas se han introducido en uno de los mercados m¨¢s prometedores, pero no lo suficiente. Ahora, el Gobierno espa?ol conf¨ªa en que la visita del presidente chino, Jiang Zemin, sirva para facilitar la penetraci¨®n espa?ola en un pa¨ªs en el que el Estado sigue desempe?ando un gran papel en la econom¨ªa.
Jiang lleg¨® ayer a Mallorca, en visita privada, acompa?ado por una nutrida delegaci¨®n que incluye a su ministro de Asuntos Exteriores, Qian Qichen, y a responsables del Comit¨¦ de Planificaci¨®n y del Ministerio de Comercio Exterior.Tras recorrer hoy la exposici¨®n de Maj¨®rica, el presidente empezar¨¢, por la tarde, su viaje de Estado a Madrid, que prev¨¦ dos conversaciones con el jefe del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y una visita al Senado, donde Jiang Zemin recibir¨¢ de manos de su presidente, Juan Ignacio Barrero, y del presidente del Congreso, Federico Trillo, las medallas de ambas C¨¢maras, un ejemplar de la Constituci¨®n espa?ola y un Libro del Senado. Adem¨¢s, se celebrar¨¢ la tradicional cena de gala que le ofrecer¨¢ el rey Juan Carlos en el Palacio Real, pero no hay previsto ning¨²n encuentro con la prensa. El mi¨¦rcoles se desplazar¨¢ a Barcelona.
En la Ciudad Condal est¨¢ previsto que el presidente chino visite la Sagrada Familia y el estadio ol¨ªmpico, as¨ª como que asista a la cena que le ofrecer¨¢ el presidente de la Generalitat de Catalu?a, Jordi Pujol.
La estancia de Jiang se enmarca en la larga serie de visitas de autoridades chinas a Espa?a, y viceversa, como la que efectuaron los Reyes a Pek¨ªn en marzo del a?o pasado.
Con estos viajes, con algunas actividades de promoci¨®n comercial como la Expotecnia de julio de 1994, y concediendo cr¨¦ditos blandos -China es el primer acreedor de Espa?a, aunque paga su deuda, que alcanza los 257.000 millones de pesetas, sin demoras-, Espa?a se ha ido labrando un buen cartel.
Algunos gestos pol¨ªticos han sido adem¨¢s decisivos para ganarse a las autoridades de Pek¨ªn. En noviembre de 1990 el entonces ministro de Exteriores, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez, fue el primer jefe de la diplomacia europea que estuvo en la capital china despu¨¦s del levantamiento de las sanciones comunitarias tras la matanza de la plaza de Tiananmen.
Despu¨¦s de Tiananmen
"Fue muy importante para recuperar nuestras relaciones con Europa", declaraba a la agencia Efe el portavoz oficial chino, Shen Guofang. Despu¨¦s, durante la presidencia espa?ola de los Quince, fue aprobada, en diciembre de 1995, la estrategia a largo plazo de la Uni¨®n Europea (UE) para sus relaciones con China, a la que Pek¨ªn brind¨® una buena acogida.Gracias en parte a estas iniciativas, y m¨¢s a¨²n al apoyo de la Administraci¨®n, que acaso sea rematado con la apertura de un consulado en Shanghai, las empresas espa?olas se han abierto camino. Fuera del mundo considerado como desarrollado, China es para Espa?a uno de los primeros mercados, por delante de Argentina. El comercio bilateral est¨¢ en constante auge, y alcanz¨® en 1995 los 402.179 millones de pesetas, seg¨²n la estad¨ªstica espa?ola, que, a diferencia de la china, incluye las reexportaciones desde Hong Kong y, por tanto, arroja un fuerte d¨¦ficit para Espa?a. La tasa de cobertura de la balanza comercial es de tan s¨®lo el 38%.
Hay adem¨¢s 28 empresas mixtas hispano-chinas y otras muchas sociedades espa?olas que ejecutan o est¨¢n negociando 19 importantes contratos. T¨¦cnicas Reunidas, por ejemplo, construye una f¨¢brica de detergentes en Xinjiang por valor de 9.600 millones de pesetas, y Centuni¨®n, monta una empresa sider¨²rgica -un tren de laminaci¨®n- por un importe de 8.250 millones.
Sextos tras Holanda
A pesar de estos logros, la mayor¨ªa recientes, la presencia espa?ola es modesta comparada con la de los grandes pa¨ªses industrializados. Espa?a ocupa el sexto puesto entre los suministradores a China de la Uni¨®n Europea, justo por detr¨¢s de Holanda. Las exportaciones espa?olas -152.000 millones de pesetas en 1995- no suponen siquiera la sexta parte de las alemanas o la mitad de las italianas.
De ah¨ª que, en opini¨®n de los empresarios, sea necesario el mantenimiento del esfuerzo de la Administraci¨®n, que tiende a estancarse, a juzgar por la paulatina reducci¨®n desde 1993 de los cr¨¦ditos blandos con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD). De ah¨ª tambi¨¦n que conf¨ªen en visitas como la de Jiang para impulsar nuevos contratos.
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