Las gasolineras de Torrej¨®n responden a la guerra de Alcampo bajando sus precios

Casi todas las gasolineras de Torrej¨®n de Ardoz -entre ellas, las del grupo Repsol- han reducido el precio de sus carburantes para neutralizar la guerra de precios que ha desatado el surtidor que posee la multinacional francesa Alcampo en el complejo comercial Parque Corredor. Alcampo inici¨® el pasado 24 de mayo la batalla bajando un duro el litro de s¨²per, aunque unos d¨ªas despu¨¦s dej¨® la rebaja en s¨®lo tres pesetas. Casi todas las dem¨¢s compa?¨ªas han respondido con similar medida al reto. Repsol, en concreto, ha respondido bajando dos pesetas el precio de su carburante.

Pero, por ahora, la guerra se centra en los surtidores de Torrej¨®n de Ardoz, localidad de 88.000 habitantes. 114,2 pesetas costaba ayer un litro de s¨²per en el surtidor que Alcampo posee en Parque Corredor, frente a las 117,70 de media que rige en el mercado.Desde la competencia, la medida de Alcampo se interpreta como un arma efectista que, b¨¢sicamente, persigue captar clientes para su centro comercial. Un portavoz de la multinacional francesa Alcampo confirmaba ayer este criterio. Se?al¨® ayer que la pol¨ªtica de su compa?¨ªa no es entablar ninguna guerra de precios, sino completar la oferta de servicios. "No perseguimos ning¨²n enfrentamiento con nadie; eso ser¨ªa banalizar un producto que consideramos estrat¨¦gico para la econom¨ªa del pa¨ªs y que repercute de forma especial en los empleos.

No hay colas

Sin embargo, el descenso del precio del carburante (tres pesetas) no est¨¢ provocando colas en el surtidor del macrocentro comercial. "Aunque es cierto que el primer d¨ªa se not¨® algo", confiesa el encargado de una de las cuatro gasolineras que abandera Repsol en Torrej¨®n Repsol contest¨® a la batalla s¨®lo 48 horas despu¨¦s, reduciendo tambi¨¦n en dos pesetas el precio de sus carburantes. Un portavoz de Repsol se?al¨® ayer que sus estaciones afines en Torrej¨®n bajaron sus precios hace un mes -el 26 de mayo-, y que lo hicieron como respuesta a la decisi¨®n de Alcampo. "Es una reacci¨®n puntual a una competencia en un punto determinado. Todos los jueves", explic¨® este portavoz, "se re¨²nen t¨¦cnicos de la compa?¨ªa para fijar los precios de la semana. Se estudia cada situaci¨®n y se fija el precio en funci¨®n del entorno de cada punto de venta, pues cada gasolinera es distinta", matiz¨®.

Destac¨® asimismo que la pol¨ªtica de "Repsol es diferenciarse en la calidad por la amplia red de servicios que ofrece en los 3.500 puntos de venta de que dispone en toda Espa?a".

Los precios, pues, oscilan a lo largo de la semana, y tiende a subir los d¨ªas punta, los viernes, cuando m¨¢s concurrencia presentan los surtidores. Ayer, por ejemplo, la gasolinera Gordillo, adscrita a Repsol y ubicada a la entrada de Torrej¨®n por la antigua carretera, cobraba 115,9 pesetas el litro de s¨²per, unas dos pesetas menos que el precio oficial: 117,70. La sin plomo tambi¨¦n ha bajado por el azote de la competencia, y un litro importaba 109,90 pesetas, frente a las 111,70 que reg¨ªa d¨ªas antes.

Pero casi ninguna compa?¨ªa importante se ha quedado al margen de esta guerra declarada en Torrej¨®n. "Tambi¨¦n han bajado sus precios las de BP, GALP..., casi todas", coment¨® ayer un empleado de gasolinera de Torrej¨®n que prefiri¨® mantener su anonimato.

De todas formas, los usuarios parecen estar al margen de estos encontronazos comerciales. No hay colas en ninguna, al menos ayer por la tarde. En la pionera, Alcampo, tampoco. S¨®lo un goteo de veh¨ªculos, e incluso probablemente menos que en otras de la localidad por su lejan¨ªa del centro de la poblaci¨®n.

El conductor de un Renault 21 que cargaba ayer tarde carburante en la de Alcampo ni siquiera sab¨ªa que se estaba ahorrando tres pesetas -en comparaci¨®n con el precio normal- por cada litro que introduc¨ªa con la manguera en el dep¨®sito. "No, no me hab¨ªa fijado que estaba m¨¢s barata. Reposto aqu¨ª porque estoy de paso del centro comercial, pero no por las tres pesetas".

Otro usuario de Alcampo, con rictus irritado, estaba m¨¢s preocupado por la cantidad que por el precio. Exigi¨® al encargado del surtidor que le trajese una medida, "pues he echado 7.000 pesetas y la aguja apenas se ha movido", dec¨ªa. Tras la prueba parec¨ªa conforme.