La pasi¨®n de Ver¨®nica Guerin
100 policias y un mill¨®n de libras de recompensa, dedicados a la captura de los asesinos de una periodista irlandesa
Parlamentarios y altos cargos del Gobierno irland¨¦s acudieron ayer al cementerio de Dardistown para ofrecer el ¨²ltimo homenaje a Ver¨®nica Guerin, asesinada por dos matones a sueldo la tarde del pasado mi¨¦rcoles en una carretera de las afueras de Dubl¨ªn. Guerin, de 36 a?os, casada y madre de un hijo de siete, Cathal, se hab¨ªa convertido en los ¨²ltimos tres a?os en una estrella del periodismo de investigaci¨®n irland¨¦s.Su pasi¨®n por las grandes historias, fraudes econ¨®micos y esc¨¢ndalos sexuales ligados a la Iglesia cat¨®lica irlandesa, desemboc¨® muy pronto en un compromiso m¨¢s que laboral con el desenmascaramiento de las redes locales del tr¨¢fico de drogas duras en su pa¨ªs. Sus art¨ªculos sobre uno de los grandes "capo" de la mafia de la hero¨ªna, sellaron su destino seg¨²n la polic¨ªa, que ha dedicado cien agentes a perseguir a los criminales y ha ofrecido un mill¨®n de libras a quien pueda ofrecer alguna pista sobre ellos.
El primer ministro irland¨¦s, John Bruton, calific¨® el asesina to de Ver¨®nica Guerin como un crimen contra la democracia. Un intento de amordazar la libertad de expresi¨®n que provoc¨® la reacci¨®n inmediata de los directores de grandes diarios en el Reino Unido e Irlanda. En un solemne escrito, todos ellos se compromet¨ªan a defender la causa del periodisino independiente y a proseguir la investigaci¨®n de historias como las que le costa ron la vida a la periodista m¨¢s famosa de Irlanda.
Elegante, rubia, atractiva, Ver¨®nica Guerin pose¨ªa la fe de los reci¨¦n conversos en la vieja profesi¨®n period¨ªstica, a la que lleg¨® tarde. Militante del partido nacionalista irland¨¦s Fianna Fail, admirablemente relacionada con las capas altas de la pol¨ªtica irlandesa, Guerin hab¨ªa trabajado como relaciones p¨²blicas y como agente de viajes. A punto de cumplir los 30 a?os sinti¨® la, llamada del destino period¨ªstico, una llamada que trastoc¨® su vida. Investigar, recomponer las piezas rotas de historias enigm¨¢ticas hasta hacerlas comprensibles, coherentes, se convirti¨® en el objetivo prioritario.
Primero fue un fraude econ¨®mico en el que estaban complicadas las l¨ªneas a¨¦reas nacionales, Aer Lingus, m¨¢s tarde, y cada vez con m¨¢s intensidad, historias de criminales; el mundo de los grandes barones de las drogas duras que hab¨ªa alterado la fisonom¨ªa de la delincuencia irlandesa.
Hasta 1979, los bajos fondos irlandeses eran cosa de broma. Cr¨ªmenes, estafas y robos, eran cometidos por los distintos clanes a una escala casi honorable. Pero a partir de esa fecha, y en muchos aspectos la experiencia irlandesa se parece notablemente a la espa?ola, la llegada de la hero¨ªna cambio los par¨¢metros, las mentes, las dimensiones de esos bajos fondos dom¨¦sticos.
Guerin se volvi¨® una at¨¦ntica especialista de ese submundo s¨®lo conocido por sus propios art¨ªfices y la polic¨ªa. Las grandes historias de la reportera empezaron a publicarse en los mejores peri¨®dicos de la Rep¨²blica. Hace unos tres a?os empez¨® a trabajar para el prestigioso Sunday Independent, editado por el magnate de la prensa irlandesa Tony O'Reilly.
Tambi¨¦n entonces empezaron los verdaderos problemas. El peri¨®dico dedic¨® el a?o pasado un gran despliegue al mayor robo de la historia irlandesa, el robo de los dep¨®sitos de la empresa Brinks-Allied Security, en el norte de Dubl¨ªn, que se sald¨® con un bot¨ªn de 2'9 millones de libras irlandesas y en el que se vio envuelto uno de los m¨¢s importantes barones mafiosos dublineses, conocido como El Monje.
Ver¨®nica Guerin era su autora. Suya tambi¨¦n fue la gran historia sobre la vida del mayor capo de la mafia irlandesa -hasta su reciente asesinato por el IRA-, Martin Cahill, apodado El General. A ra¨ªz de ese reportaje, Ver¨®nica sufri¨® un tentado, el segundo en 21 meses. Un tipo que manten¨ªa el rostro oculto ajo un casco se introdujo en su casa una ma?ana de enero y le dispar¨® a bocajarro, hiri¨¦ndola en una pierna.
El peri¨®dico para el que trabajaba desembols¨® 25.000 libras en la instalaci¨®n de un complejo mecanismo de seguridad en el domicilio de la periodista amenazada, y la polic¨ªa ofreci¨® a Ver¨®mica protecci¨®n especial. Algunos comisarios con los que Guerin manten¨ªa contacto pensaron que el m¨¢s grave error de la reportera fue revelar en el reportaje un detalle demasiado ¨ªntimo de Cahill, el dato de que le era infiel a su esposa.Guerin roz¨® por fin la frontera fatal escribiendo sobre las andanzas siniestras de Tony Felloni, el ¨²ltimo gran jefe en el negocio del tr¨¢fico de hero¨ªna. Felloni, un dublin¨¦s, cumple actualmente condena de 20 a?os de c¨¢rcel, pero las ramificaciones de su banda son enormes.La Gardai -polic¨ªa irlandesa- ha desplegado amplias fuerzas para atrapar a Ios dos matones que acabaron con la vida de Ver¨®nica Guerin el pasado mi¨¦rcoles, pero, como la propia ministra de Justicia irlandesa ha recalcado, no ser¨ªa de extra?ar que los culpables quedaran impunes.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.