Inspecciones frecuentes en Berl¨ªn y Estocolmo

En Alemania no se impide de ninguna forma el ingreso a los medios p¨²blicos de transporte y s¨®lo se controla al azar dentro de los autobuses o el metro. El usuario est¨¢ obligado a pasar el billete por la m¨¢quina que sella la hora de ingreso, pero ninguna taquillera ni torno giratorio impide entrar al metro o autob¨²s, informa Jos¨¦ Comas. Esto no significa que se pueda viajar gratis o que pagar quede al arbitrio de la conciencia individual del viajero. Las empresas municipales de transporte tienen organizado un sistema represivo contra los que viajan sin pagar billete. El control se realiza de forma espor¨¢dica: revisores entran de repente en el autob¨²s o metro y controlan si los viajeros llevan el billete sellado y han pagado. Viajar sin billete supone una multa de 60 marcos (5.000 pesetas). Si el que viaja de gorra no tiene dinero para pagar la multa, tiene un plazo de dos semanas para hacerlo. Si en esas dos semanas no paga, la compa?¨ªa de transportes de Berl¨ªn pone el caso en manos de una compa?¨ªa encargada del cobro de morosos y el costo de toda la operaci¨®n se eleva hasta 180, marcos (15.000 pesetas). El c¨®digo penal alem¨¢n considera falta viajar sin pagar. En caso de ser sorprendido varias veces sin billete puede ocurrir que el hecho llegue a los tribunales.Las empresas p¨²blicas de transportes consideran que el sistema de no emplear taquilleras funciona y resulta rentable para los municipios, porque los costos de personal ser¨ªan superiores a lo que se recauda. Por eso se mantiene el sistema de controles al azar. En Berl¨ªn se anuncia incluso en la radio y la prensa en qu¨¦ trayectos del metro se realizan cada d¨ªa controles especiales, La empresa de transporte p¨²blico considera que se consigue as¨ª un efecto psicol¨®gico disuasorio sobre potenciales transgresores. Considera la empresa que en muchos trayectos con alto nivel de fraude de Berl¨ªn el porcentaje de los que viajan sin pagar se ha rebajado ole un 10% a s¨®lo un 20%, o un 3%.

Estocolmo tiene cinco l¨ªneas de metro que cubren toda la ciudad desde el centro a los suburbios y prestan un servicio de excelente calidad, informa Ricardo Moreno.

Hay dos formas de ingresar al and¨¦n para coger un tren: mostrando el billete o el abono en la taquilla que hay en cada estaci¨®n o pasando la tarjeta por un control autom¨¢tico electr¨®nico que habilita el acceso. El fraude por concepto de viajeros que se las ingenian para no pagar ha aumentado considerablemente en los ¨²ltimos tiempos y se estima en unos 1.200 millones de pesetas anuales, por lo que los controles de equipos de revisores que aparecen en los vagones se ha intensificado. La infracci¨®n conlleva una multa de 10.000 pesetas y muy probablemente que el transgresor quede fichado.