Contradicciones sobre la muerte del estudiante Ruano en el juicio a tres polic¨ªas
Los tres polic¨ªas que ayer se sentaron en el banquillo de la Audiencia Provincial de Madrid, acusados de asesinar al estudiante Enrique Ruano el 20 de enero de 1969, avalaron la tesis de suicidio difundida oficialmente entonces. Sin embargo, del interrogatorio del acusador particular a los tres agentes, a su jefe y a otros testigos se dedujeron contradicciones sobre las circunstancias de la muerte del joven detenido, ocurrida cuando se encontraba en poder de tres hombres armados y como desenlace de un registro con resultado negativo.
La celebraci¨®n del juicio, que proseguir¨¢ hoy en la Secci¨®n Segunda de la Audiencia Provincial de Madrid, 27 a?os despu¨¦s de ocurridos los hechos, significa un ¨¦xito de la tenacidad de la familia de Ruano y de su abogado y catedr¨¢tico de Derecho Penal Jos¨¦ Manuel G¨®mez Ben¨ªtez. Antes de que prescribiera el caso se pidi¨® su reapertura, se reconstruyeron los hechos, se exhum¨® el cad¨¢ver y se descubri¨® la falta de un trozo de hueso en la clav¨ªcula en el que, seg¨²n la tesis de la acusaci¨®n, pudo alojarse la bala que produjo una herida "contusa redondeada" a la que se refer¨ªa la autopsia realizada en 1969. El fiscal estim¨® el caso prescrito e inform¨® en contra de su reapertura y la Audiencia Provincial de Madrid lo archiv¨®, pero la Sala Segunda del Tribunal Supremo orden¨® su reapertura en enero de 1994. Ayer se inici¨® la vista contra los tres procesados.Los tres polic¨ªas acusados padecieron ayer sus tres primeras horas de banquillo y de interrogatorio, en especial, a preguntas del letrado de la acusaci¨®n particular G¨®mez Ben¨ªtez. Con la permanente apelaci¨®n al olvido de algunos datos concretos -"han pasado 27 a?os", insist¨ªan-, Francisco Luis Colino Hernanz, Jes¨²s Sim¨®n Crist¨®bal y Celso Galv¨¢n Abascal, por este orden, aseguraron que los tres" condujeron el 20 de enero de 1969 a Ruano, detenido tres d¨ªas antes por la polic¨ªa pol¨ªtica, a un registro en un piso de la madrile?a calle General Mola (hoy, Pr¨ªncipe de Vergara), en presencia del portero de la finca, al final del cual y cuando se le quitaron las esposas para, que firmara el acta, Ruano empuj¨® a Colino y salt¨® a un patio interior, donde encontr¨® la muerte. Los tres negaron que usaran las armas y que se comprobara si las usaron.
Los tres polic¨ªas justificaron la presencia de Ruano en el registro -presencia "no habitual", seg¨²n Galv¨¢n- en la necesidad de que les indicara el piso.El testimonio de Juan Garc¨ªa Gelabert, comisario honorario en la actualidad, que en 1969 era jefe de la Brigada de Investigaci¨®n Social ("no pol¨ªtico-social, sino de investigaci¨®n social", corrigi¨® al fiscal), contradijo la tesis de sus antiguos subordinados. Garc¨ªa Gelabert, para quien los interrogatorios a Ruano en los que ¨¦l particip¨® "fueron estupendos", asegur¨® que el detenido ofreci¨® "datos precisos" sobre la ubicaci¨®n del piso.
Garc¨ªa Gelabert dio cuenta de otro dato omitido por los acusados: tras la muerte de Ruano, se person¨® en el lugar de los hechos y dialog¨® con los polic¨ªas. Sobre el posible uso de las armas, respondi¨® as¨ª a G¨®mez Ben¨ªtez: "Me merec¨ªan confianza. ?Como iba a creer que dispararan si me hab¨ªan dicho que el detenido se hab¨ªa tirado?".
El contrapunto a la versi¨®n oficial lo pusieron, entre otros, los testigos que fueron profesores o compa?eros de Ruano, como ?lvaro Gil Robles, ex Defensor del Pueblo, Francisco Garc¨ªa Fern¨¢ndez, Francisco Garc¨ªa Mart¨ªnez, y Mar¨ªa Dolores Gonz¨¢lez Ruiz, su novia, detenida junto a ¨¦l como miembros del Felipe (Frente de Liberaci¨®n Popular) y sometida a "violencia ps¨ªquica" durante los interrogatorios, seg¨²n declar¨® ayer. Todos negaron que Ruano fuera depresivo o con tendencias al suicidio y resaltaron su car¨¢cter "positivo, muy activo, claro, n¨ªtido". El propio Garc¨ªa Gelabert asegur¨® que Ruano fue "muy sincero y operativo".
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