L¨¦bed divide a sus votantes
S¨®lo una parte de quienes apoyaron al general en la primera vuelta dar¨¢n ma?ana su apoyo al presidente
Bor¨ªs Yeltsin y Guennadi Ziug¨¢nov, los dos candidatos a la presidencia de Rusia, compiten por los votos de los partidarios del Alexandr L¨¦bed, que pueden ser decisivos para la segunda vuelta electoral, ma?ana. Su pugna es especialmente re?ida en la provincia de Tula, la cuna del samovar y el distrito que el general L¨¦bed representa como diputado en la Duma Estatal.L¨¦bed, el tercer clasificado en la primera vuelta de las elecciones, fue jefe de la divisi¨®n de paracaidistas de Tula y es muy popular en esta provincia del sur de Mosc¨² especializada en industria de armamento. La decisi¨®n del general de apoyar a Yeltsin ha provocado un cisma entre sus partidarios, que estuvieron a punto de llegar a las manos el pasado 23 de junio. Unos le ven como un traidor y otros conf¨ªan ciegamente en ¨¦l. Ziug¨¢nov gan¨® en la provincia de Tula, con un 30,70% de los votos, seguido de Yeltsin (30,43%) y de L¨¦bed (24,40%). El l¨ªder comunista consigui¨® su escaso margen gracias al voto rural, ya que en la ciudad de Tula, la capital, de medio miIll¨®n de habitantes, fue Yeltsin quien venci¨®, seguido de L¨¦bed.
En los comicios parlamentarios de diciembre pasado, L¨¦bed consigui¨® su esca?o en una circunscripci¨®n de Tula. Sus m¨¦ritos personales le salvaron del desastroso resultado cosechado por Congreso de las Comunidades Rusas (CCR), la agrupaci¨®n en la que estaba integrado. Los comunistas de Tula ayudaron entonces a L¨¦bed, hicieron campa?a a su favor y renunciaron a un candidato, propio. Hoy reparten caricaturas del general y octavillas tild¨¢ndole de traidor, e incluso han invitado a la provincia al ex vicepresidente de Rusia Alexandr Rutsk¨®i. Rutsk¨®i trat¨® de convencer a los tulenses de que a su admirado general, que es hijo predilecto de la ciudad, le espera la misma suerte que a ¨¦l, cuando comenz¨® a investigar la corrupci¨®n en las altas esferas del poder. Rutsk¨®i tom¨® partido por el Parlamento ruso en la pugna de la Duma con Yeltsin y pas¨® casi cinco meses de c¨¢rcel tras el ca?oneo de la sede del Legislativo, en octubre de 1993.
"La decisi¨®n de L¨¦bed nos ha decepcionado, pero no ha sido totalmente imprevista", se?ala Iv¨¢n Judakov, el vicejefe del partido comunista local, que, junto con el general, fue delegado en el 28? Congreso del PCUS, en 1990. "En el fondo, comprend¨ªamos que pod¨ªa decantarse hacia un lado o hacia otro, aunque su programa es m¨¢s pr¨®ximo al de Ziug¨¢nov y, como dec¨ªa que iba a luchar contra el desorden del equipo presidencial, pens¨¢bamos que pod¨ªamos ser aliados", afirma Judakov. Seg¨²n ¨¦l, el electorado del general se dividir¨¢ de forma distinta en el campo y en la ciudad. En el campo, dos tercios se inclinar¨¢n por Ziug¨¢nov y un tercio a favor de Yeltsin. En la ciudad se fragmentar¨¢ en tres tercios, uno para cada candidato, y el ¨²ltimo tercio, "contra todos".
Entre las estructuras que apoyaban a L¨¦bed en Tula est¨¢n los restos del CCR, los veteranos de Afganist¨¢n y la organizaci¨®n Honor y Patria. "Hace tiempo que L¨¦bed intentaba librarse de gente con ideas patri¨®ticas y roearse de personas que le siguieran de forma ciega", se?ala Vla¨ªmir Timakov, un soci¨®logo miembro del CCR. Timakov es uno de los 10 partidarios desenga?ados de L¨¦bed que votar¨¢n por Ziug¨¢nov, seg¨²n afirman en una carta abierta en la que acusan al general de haber enga?ado a miles de electores y le recuerdan que hasta hace poco predicaba en contra del Gobierno y de Anatoli Chub¨¢is, el responsable de las privatizaciones.
"Usted tuvo la oportunidad de entrar en la historia de Rusia como h¨¦roe popular, defensor del Trandsni¨¦ster, liberador del pa¨ªs del neocolonialismo occidental, l¨ªder del movimiento patri¨®tico ruso", se?ala la carta, en la que se califica a L¨¦bed de "as del triunfo en manos ajenas". La misiva, publicada en la prensa central partidaria de Ziug¨¢nov, augura a L¨¦bed "el camino de cualquier dictador t¨ªtere africano", en el mejor de los casos.
Al frente de los fieles de L¨¦bed se encuentra Tamara Y¨²rishcheva, la directora de la Escuela 3 de Tula, que tuvo una reacci¨®n inicial negativa y luego acept¨® la decisi¨®n del general. "Conf¨ªo totalmente en ¨¦l y creo que no se vender¨¢ ni se dejar¨¢ engullir por el Kremlin", dice L¨¦bed es, seg¨²n asegura, un "irreconciliable" con los dirigentes rusos actuales y con la corrupci¨®n. Y¨²rishcheva calcula que el electorado del general se dividir¨¢ en dos partes, un 50% para Yeltsin Y otro 50% para Ziug¨¢nov. A favor de Yeltsin votar¨¢ Valeri Shamotov, un veterano de Afganist¨¢n convencido de que "L¨¦bed llegar¨¢ hasta el final y, si no le dejan cumplir la tarea que se ha propuesto, se marchar¨¢ del Kremlin".
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