Trastornos mentales

Vaya por delante que soy un adicto a EL PA?S y, en cambio, un decidido desadicto a las cartas al director. De ah¨ª mi doble motivo de sufrimiento actual, cuando decido escribirle. Pero no puedo reprimirme m¨¢s tiempo el profundo desagrado que experimento ante los art¨ªculos y reportajes que publican ustedes sobre temas de salud mental. La ¨²ltima perla, desencadenante de esta reacci¨®n m¨ªa, es el que se titula Neur¨®logos de EE UU hallan una de las piezas del rompecabezas de la esquizofrenia. Nuevos estudios relacionan el mal con anormalidades cerebrales del feto" (29 de mayo). Llevan ustedes a?os anunciando el descubrimiento de las causas de los m¨¢s severos transtornos mentales (depresiones, psicosis, drogodependencias) sin que, desgraciadamente, los hechos confirmen luego que se trate de algo m¨¢s que de una investigaci¨®n. Interesante, sin duda, pero parcial y en absoluto concluyente. Y es que la causa de trastornos complejos como los mentales no se puede descubrir. S¨®lo cabe avanzar en el conocimiento de los m¨²ltiples factores que subyacen a ellos, aunando esfuerzos y no descalificande, modelos desde la ¨®ptica de otros. Por ello resulta chocante que se digan cosas como lo que sigue, referido a la esquizofrenia: "Los or¨ªgenes de la enfermedad han estado durante mucho tiempo rodeados de misterio. Atribuidos en su d¨ªa a una comunicacion pobre en el en tomo familiar, actualmente la enfermedad se reconoce como una afecci¨®n del cerebro ( ... )". Pues no. Ni se trata de una afecci¨®n del cerebro, como un for¨²nculo cualquiera, ni los factores relacionales han dejado de ser importantes, incluida la familia y la infinita complejidad de sus interacciones. Y, por cierto, que el misterio sigue presente. Lo contrario es transmitir un mensaje burdamente biologicista que ignora la dimensi¨®n relacional de la conducta humana.- profesor titular de Psiquiatr¨ªa de la Universitat Aut¨®noma de .