El enigma Berzin

A Evgeni Berzin le han etiquetado dos veces en esta vida. Durante su explosi¨®n en el Giro de 1994 se anunci¨® el advenimiento del sucesor de Indur¨¢in.Tal era su fuerza, tanto su car¨¢cter indomable as¨ª como su insultante juventud. Berzin apareci¨® en el Giro con estruendo y el propio Indur¨¢in lo acus¨®. Dos a?os despu¨¦s se le compara con Gianni Bugno, el prototipo de corredor con mucha clase que nunca responde a las expectativas. De Berzin se ha escrito mucho en la prensa italiana, de su vida deportiva y de su vida privada por partes iguales, lo cual no es un buen s¨ªntoma. Ahora apenas trata con los periodistas. Es un corredor estigmatizado, casi solitario, al que se tiene por un mal compa?ero, por un ciclista indisciplinado e individualista. Las c¨¢maras no se fijan en ¨¦l. Los periodistas no le acosan. Casi no entra en los pron¨®sticos. ?Puede volver a explotar o ya lo ha dicho todo? Nadie acierta a emitir una sentencia: es un corredor sobre el que se ha instalado una duda razonable.A sus 26 a?os, la misma edad que Abraham Olano, parece un corredor acabado. Hace un a?o era, una estrella: su pelo rubio, unas gafas de sol, los periodistas esper¨¢ndole, empujones a su llegada al hotel, respuestas evasivas y su nombre en el cartel del Tour. Ayer era un corredor solitario en la salida del Lago de Madine. Ning¨²n periodista italiano le por segu¨ªa. Pod¨ªa tomarse un caf¨¦ sin ser molestado por nadie; apenas un par de aficionados le reclamaron unos aut¨®grafos. Desconf¨ªa de la prensa italiana y la prensa italiana desconf¨ªa de ¨¦l. Le han puesto en la lista negra. Es lo que se aprecia, a simple vista.

Los directores deportivos se resisten a sentenciarle. "Es un corredor que ha decepcionado estos des ¨²ltimos a?os, mantiene sus condiciones en la contrarreloj, pero ha bajado como escalador. Da la sensaci¨®n de que no sabe exprimir sus grandes cualidades. Si este periodo en el que est¨¢ se alarga se abrir¨¢n grandes interrogantes en su camino". Lo dice Bruno Roussel, director del Festina, un hombre muy estudioso. Primo Franchini, director del Refin, habla de "asunto pasajero": "Creo que no tiene equipo y que necesitar¨ªa cambiar de ambiente para encontrar nuevos est¨ªmulos". Giancarlo Ferreti, del MG, es muy expresivo: "No le comparar¨ªa con Bugno. Son casos distintos. Berzin es un corredor de gran talento, uno de los pocos que hay. El ¨²nico problema que tiene es poner orden en su cabeza, encontrar la tranquilidad, la serenidad necesaria en un gran campe¨®n. Debe arreglar, para ello, sus problemas con las mujeres".

Las mujeres. Su mujer Stella es parte del pasado. La fama y el dinero le han jugado una mala pasada. Dicen que su actual compa?era sentimental es una mujer madura y muy exigente, tanto en los negocios como en la vida privada. Pensaban que le dar¨ªa el equilibrio que necesitaba, pero eso est¨¢ por ver. Manolo Saiz, del equipo ONCE, es uno de los escasos directores que le sit¨²an entre los favoritos. "Recuerden que es un corredor muy inteligente", advierte Pietro Algeri, del Polti, "que disfruta de una situaci¨®n muy c¨®moda en el pelot¨®n porque nadie le vigila".

Bruno Cenghialta, uno de los pocos compa?eros que le quedan en el Gewiss, est¨¢ convencido de que Berzin saldr¨¢ adelante. "Para ¨¦l fue dif¨ªcil digerir lo del 94. Necesita tiempo, ir poco a poco. Cambiar¨¢ con la experiencia. Su gran problema es que, a veces, no cree lo suficiente en s¨ª mismo".

A todo esto, Berzin contestacon evasivas: "Cada uno tiene sus problemas, Bugno los suyos y yo los m¨ªos. Mi ¨²nico problema ahora mismo es curarme de una peque?a alergia".

- Pero el ¨¢nimo c¨®mo est¨¢.

- El ¨¢nimo depende de como est¨¦n las piernas. El enigma Berzin no tardar¨¢ mucho en resolverse.