Falla desde el baile

Jos¨¦ Antonio y Los Ballets Espa?oles se unen al mundo de las artes esc¨¦nicas con el homenaje a Manuel de Falla en La Latina. Es un acierto. Las obras para danza del compositor andaluz son una s¨ªntesis perfecta entre lo popular y lo culto, tienen empuje y alimentan una tradici¨®n renovada del baile espa?ol. El espect¨¢culo alivia, adem¨¢s, el vac¨ªo cultural que distingue a Madrid con la llegada de los calores. Es oportuno y est¨¢ en l¨ªneas generales predestinado al ¨¦xito, como se pudo, apreciar el d¨ªa del estreno.La calidad no es homog¨¦nea y va, por simplificar, de menos a m¨¢s. No acaba de levantar el vuelo en la suite de El amor brujo y alcanza su plenitud en El sombrero de tres picos, con un Jos¨¦ Antonio rebosante de comunicatividad y fuerza expresiva, un cuerpo de baile que se mueve con alegr¨ªa y vitalidad, y un dise?o de escenograf¨ªa y vestuario de Roger Salas, realista y con alg¨²n toque picassiano, bien contrastado de color y eficazmente dispuesto, sacando el m¨¢ximo partido a la econom¨ªa de medios.

La coreograf¨ªa recuerda en algunos momentos a la que el propio Jos¨¦ Antonio hizo para el Ballet Nacional, y sucede a las versiones que de esta obra hicieron Pilar L¨®pez, Antonio Ruiz Soler o Vicente Escudero, casi nada. A pesar de las limitadas dimensiones del escenario, la que ha montado Jos¨¦ Antonio funciona con gracia y teatralidad.

Las partes de baile de La vida breve fueron resueltas con mayor convencionalismo (el accidente t¨¦cnico que interrumpi¨® la funci¨®n durante unos minutos fue un golpe de mala suerte sin ninguna importancia, pero que un acomodador linterna en mano y haciendo ruido siguiese colocando a gente a las 23.40 horas mientras los bailarines est¨¢n en escena es una falta de respeto intolerable). Destac¨® especialmente ?ngel Rojas en el papel del novio. Las escenas de grupo tuvieron emotividad y coraje.

Deslumbrante Trinidad

Antes tuvo lugar la esperad¨ªsima intervenci¨®n de Trinidad Sevillano en La andaluza. La bailarina espa?ola de mayor proyecci¨®n internacional tiene un magnetismo irresistible, ese algo especial que caracteriza a las estrellas.Sus giros, sus piruetas, el movimiento de los brazos, la elegancia sensual que desprende cada uno de sus gestos son deslumbrantes. La coreograf¨ªa preparada para ella no contribuy¨® excesivamente a su lucimiento, pero a¨²n as¨ª mostr¨® una clase excepcional.

Hora va siendo ya de que a Trinidad Sevillano este pa¨ªs le monte el espect¨¢culo de altura que verdaderamente merece.