La esposa del 'ertzaina' quemado dice que su marido sufre una condena mayor que sus agresores

Ana Arregi Larr¨¢zabal, esposa del ertzaina Jon Ruiz Sagarna, que el 23 de marzo de 1995 fue quemado en Renter¨ªa (Guip¨²zcoa) con c¨®cteles m¨®lotov, junto a otros cuatro agentes, considera que las grav¨ªsimas heridas de su marido son una "condena m¨¢s larga y dura" que los seis a?os de c¨¢rcel impuestos a cada uno de los agresores: Una¨ª Erquis, de 2,4 a?os; Aitor Garc¨ªa S¨¢nchez, de 20, y Jon Gonz¨¢lez, de 20. La sentencia ser¨¢ recurrida hoy ante el Supremo por todas las partes. El fiscal hab¨ªa pedido 335 a?os de prisi¨®n, y la acusaci¨®n particular, 592 a?os.

La pena impuesta por la secci¨®n Tercera de la Audiencia de San Sebasti¨¢n -por cinco delitos de lesiones en concurso con uno de atentado, uno de incendio y otro de lesiones por imprudencia grave- ha sido calificada de "insuficiente" por lo acusadores y de "excesiva" por los defensores, que argumentaban que sus defendidos no participaron en los sucesos.Unai Erquis, Aitor Garc¨ªa y Jon Ander Gonz¨¢lez participaron, durante "una jornada de lucha" convocada por la izquierda abertzale, en el ataque con c¨®cteles molotov contra una patrulla, de la Ertzaintza. Los artefactos incendiaron el veh¨ªculo y provoparon graves quemaduras a su ocupantes, y heridas a dos j¨®venes que fueron atropelladas por el veh¨ªculo sin control.

La vida de las siete v¨ªctimas no ha sido la misma desde entonces, y todos reconocen padecer las secuelas del atentado. Jon Ruiz Sagarna, con quemadura en el 55% de su cuerpo, ha perd¨ªdo parte de la cara, se ha sometido a varias operaciones y tiene que cubrir su rostro con una m¨¢scara. Hace s¨®lo unos d¨ªas se atrevi¨® a salir a la calle.

En la sentencia se afirma que la finalidad de los condenados era alterar la paz social y atacar a la polic¨ªa, pero los jueces no creen que los atacantes pretendieran "el resultado tan desgraciado y de tanta gravedad como el que se produjo".

No hay otra oportunidad

Ana Arregi asegura en un escrito tulado "la peor condena", publicado ayer en varios diarios vascos, que a su marido y a ella nada puede resarcirles de lo ocurrido, porque "en la vida no hay una segunda oportunida".La esposa del ertzaina cree que ha sido decisivo al imponer a pena el, hecho de que los jueces no hayan estimado que los agresores tuvieran intenci¨®n de matar. "Ha permitido a los acusados recibir. una condena mucho m¨¢s leve que la que ellos han impuesto a mi familia", afirma Arregi.

"Me gustar¨ªa que cualquiera de los tres, o de quienes aplauden estas burradas, reconociesen que lo que pas¨® est¨¢, simplemente mal. Que no merece la pena matar. Que no se puede domesticar a los dem¨¢s con fuego. Que el odio no tiene sentido. Que hay que coger, a toda prisa, el primer tren que pase hacia la paz", se?ala en el escrito.

Si los j¨®venes condenados perciben esta situaci¨®n gracias a la pena de seis a?os de c¨¢rcel, Arregui se da por "satisfecha". Sin embargo, tambi¨¦n mantiene: "En caso contrario, no me atrevo a asegurar que otro fallo pueda lograrlo, aunque deb¨ªa intentarse".

La esposa de Ruiz Sagarna est¨¢ convencida de que, si los agresores no se han conmovido al ver el sufrimiento que han provocado, tendr¨¢n sobre s¨ª un grave castigo. Asegura que su esposo y ella educar¨¢n a su hijo I?igo, que ahora tiene un a?o, en la paz y la tolerancia con la ilusi¨®n de que viva en una sociedad plural y libre. Lamenta que quienes practican la violencia y la aplauden sigan "encorsetados por el odio, fascinados por la brutalidad, privados del placer de disfrutar de las virtudes m¨¢s agradables de la condici¨®n humana". "Y no imagino peor condena que convivir con la terrible certeza de saberse tan desgraciado", concluye.