A la rica alianza
Las ayudas entre espa?oles dependen del dictado de la carretera
Sea Indur¨¢in quien est¨¦ en peligro, fuera Delgado en sus tiempos mozos, el asunto de las alianzas entre espa?oles es un tema recurrente, tan aireado a?o tras a?o como falso. Los directores involucrados, en este caso Ech¨¢varri o Unz¨²e, Manolo S¨¢iz, Juan Fern¨¢ndez y ?lvaro Pino, suelen salir del paso como pueden atrapados en una pol¨¦mica con tintes demag¨®gicos. Alvaro Pino es quien encuentra la respuesta menos comprometida: dadas las escasas perspectivas de su equipo, ayudar a Indur¨¢in ser¨ªa una forma de hacerse presente en este Tour. Es el ¨²nico que ofrece un s¨ª rotundo.Bien diferente es la posici¨®n de los dem¨¢s, Manolo S¨¢iz lo ha dejado bien claro, pero tiene tendencia a ser mal interpretado. "No habr¨¢ alianza, salvo que existan intereses comunes". Es decir, Z¨¹lle podr¨ªa cooperar con Indur¨¢in si obtuviera algo a cambio, de la misma manera que cooperar¨ªa con Rominger por id¨¦ntico motivo. El caso de Juan Fern¨¢ndez es calcado al de S¨¢iz: toda colaboraci¨®n tiene un precio, y no se mide en dinero en estos casos. Por razones puramente personales, Manolo S¨¢iz avanz¨® incluso un sentimiento: de elegir entre una victoria final de Indur¨¢in o de Olano, se quedar¨ªa con la de Olano.
As¨ª que las posibilidades de que la ONCE coopere con el Banesto son las mismas que una colaboraci¨®n entre el Banesto y el MG italiano, por poner un ejemplo. A todo esto el Banesto se suele mostrar bastante comprensivo, fundamentalmente porque es un equipo que suele moverse con mucho tacto en el terreno de la diplomacia. En caso de extrema necesidad, el Banesto siempre ha encontrado alguien que le eche una mano. Ech¨¢varri s¨®lo matiza un aspecto: entiende que no haya alianza entre equipos espa?oles, pero no justifica que haya enfrentamiento. La norma de los espa?oles hace a?os en el Tour sol¨ªa ser ¨¦sa, pero el ambiente ha mejorado.
Las alianzas entre los distintos equipos de un pelot¨®n suelen aumentar pol¨¦micas estacionales en una gran carrera, pero se trata de un asunto tan antiguo como el propio ciclismo. Casos han existido en los que un corredor ha comprado los servicios de otro colega por dinero, pero esta faceta ha pasado a ser muy infrecuente.
Son los intereses deportivos los que funcionan y durante cada jornada pueden apreciarse acuerdos de distinto tipo entre los jefes de fila y entre los directores. Un terreno como el de la media monta?a, en el que transcurre en esos momentos el Tour, favorece a¨²n m¨¢s las alianzas: el perfil irregular de cada etapa imposibilita el control del pelot¨®n a un solo equipo.
La preocupaci¨®n ayer entre los directores era evidente. De nuevo, hab¨ªa saltado el asunto de la alianza entre espa?oles. Cada cual contesta como puede. En su fuero interno saben que las colaboraciones se firman en la carretera.
Y se firman sin pedir el carn¨¦ de identidad ni el pasaporte de cada cual.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.