Los protestantes logran imponer su desfile por un barrio cat¨®lico de Irlanda del Norte
La violencia cambi¨® ayer de bando en Irlanda del Norte. Centenares de manifestantes cat¨®licos reemplazaron a los protestantes en la quema de coches y el uso de c¨®cteles mol¨®tov en Belfast, Armagh y Portadown. Era el principio de una protesta que nadie sabe d¨®nde desembocar¨¢, en respuesta a la decisi¨®n policial de autorizar ayer el desfile de la Orden de Orange por el distrito cat¨®lico de Portadown, localidad a 10 kil¨®metros al suroeste de Belfast.
Tras cinco d¨ªas de sitio, hacinados en el cementerio de Dumcree, a las afueras de Portadown, unos mil seguidores de la orden protestante lograron por fin su prop¨®sito: atravesar la cat¨®lica Gravaghy Road. Ayer, mientras los sectores nacionalistas acusaban al Gobierno brit¨¢nico de haberse rendido tras la Campa?a intimidatoria protestante, un pol¨ªtico unionista calificaba la "victoria de Dumcree" de "victoria del sentido com¨²n".En silencio, salvo por el sonido de un ¨²nico tambor, bajo un cielo plomizo y en un ambiente de crispada hostilidad, un millar de miembros de la Orden de Orange desfil¨® por la calle principal de Portadown, hoy mayoritariamente habitada por cat¨®licos, camino del centro. Minutos antes, el Royal Ulster Constabulary (RUC, polic¨ªa de la provincia brit¨¢nica) hab¨ªa procedido a limpiar la calle de residentes, una vez recibida la orden de su superior, Hugh Annesley, de retirar las alambradas que rodeaban el cementerio de Dumcree para permitir el paso al desfile.
Sin banderas ni m¨²sica
La concentraci¨®n protestante recibi¨® la noticia de su triunfo por los altavoces que han venido retransmitiendo m¨²sica a los sitiados desde el pasado domingo. Las ¨®rdenes, no obstante, eran de desfilar sin banderas ni bandas de m¨²sica y en actitud de recogimiento a trav¨¦s del distrito cat¨®lico rumbo a la sede de la Orden en Carleton Street.Los gritos de j¨²bilo se trocaron enseguida en rostros de consternaci¨®n apenas la silenciosa marcha enfil¨® Gravaghy Road, una amplia avenida, escoltada en esta ocasi¨®n por decenas de Land Rover verdes del RUC. Centenares de residentes de la comunidad cat¨®lica de Portadown que hab¨ªan defendido la calle lanzando piedras, c¨®cteles mol¨®tov, botellas y latas contra la polic¨ªa, que respondi¨® disparando balas de goma, increparon a los integrantes de la marcha.
El desfile apenas dur¨® diez minutos. Tras pasar el ¨²ltimo orangeman tocado con bomb¨ªn negro, con su collar¨ªn naranja de cierto sabor mas¨®nico y sus estandartes, la multitud volvi¨® a tomar el centro de la calzada y la primera reacci¨®n de furia se sald¨® con los primeros coches incendiados y los primeros escaparates, rotos.
"La polic¨ªa acaba de demostrar que no es otra cosa que el brazo armado de los partidos unionistas, como en 1969", exclam¨® furioso Breandan MacCionnaith, l¨ªder de la comunidad de residentes de Gravaghy Road. Su denuncia se sumaba a las cr¨ªticas a la decisi¨®n policial procedentes de todo el espectro cat¨®lico. Gerry Adams, l¨ªder del Sinn Fein, brazo pol¨ªtico del IRA (Ej¨¦rcito Republicano Irland¨¦s), se?al¨® que la decisi¨®n del Gobierno brit¨¢nico supone una clara violaci¨®n de los derechos de la comunidad nacionalista, que s¨®lo puede causar indignaci¨®n en sus filas. Martin McGuinnnes, n¨²mero dos del partido republicano, lleg¨® m¨¢s lejos al declarar que la decisi¨®n de autorizar la marcha protestante "es un acto de racismo brit¨¢nico contra el pueblo irland¨¦s".
John Bruton, primer ministro de Irlanda, expres¨® su "preocupaci¨®n" por lo ocurrido, y en Londres, en la C¨¢mara de los Comunes, el ministro para Irlanda del Norte, Patrick Mayhew, hubo de enfrentarse a una sesi¨®n dif¨ªcil en la que los parlamentarios del Partido Social Dem¨®crata y Laborista, el partido cat¨®lico mayoritario en el Ulster, le pidieron cuentas por el cambio de pol¨ªtica. Mayhew sali¨® del paso como pudo, responsabilizando exclusivamente a los jefes policiales de la decisi¨®n final en Portadown, aunque se comprometi¨® a revisar la normativa que autoriza este tipo de manifestaciones.
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