Elvis Costello para todos los mejores gustos

Como el asunto de la nostalgia prosiga a esta marcha, dentro de poco habr¨¢ festivales de nost¨¢lgicos hasta en las guarder¨ªas. Esto viene a cuento porque a presenciar a Elvis Costello acudi¨® buena parte de la vieja nueva ola con sus barriguitas, calvicies y media lagrimita en la ojera. Estos fans mezcl¨¢banse con los simples admiradores de la extensa y ecl¨¦ctica obra de uno de flos compositores m¨¢s prol¨ªficos que haya dado nunca el reciente arte del pop. Veinticinco elep¨¦s en 20 a?os, todos repletos de canciones para todos los gustos y estados de ¨¢nimo.Por otra parte, Costello y The Attractions cumpl¨ªan dos d¨¦cadas exactas de su primera actuaci¨®n y lo celebraron a lo grande, dando un exquisito recital de piezas perfectas en su concepci¨®n y ejecuci¨®n.

Era obligada la promoci¨®n del ¨²ltimo disco, All this useless beauty, pero ¨¦sta se hizo francamente leve merced a la belleza intr¨ªnseca de canciones como la hermos¨ªsima Why can a man stand alone? o la que sirvi¨® para cerrar el concierto antes de los bises, Complicatedshadows. Pero es que, adem¨¢s, Costello decidi¨® saltarse el orden de su propio repertorio acudiendo a aquellos rincones de su discograf¨ªa que ayudaron a marcar una ¨¦poca: I d¨®n't want to go to Chelsea, A man called named Uncle, Watching the detectives u Oliver's Army. El p¨²blico lo agradec¨ªa, redoblando la disposici¨®n ante el artista y rindi¨¦ndose al cuarteto compacto que, inevitablemente, recordaba otros compinches musicales que han creado sello: Nick Lowe, Brinsley Schwartz, Graham Parker...

'Crooner'

Otro asunto es la voz de Costello. Crooner desde sus inicios como jovencito airado, su espl¨¦ndida manera de cantar conjura como nadie las emociones de car¨¢cter intimista, combinadas con un regusto a atm¨®sfera de pub ingl¨¦s, saturado de tipos de clase media-baja, humo de cigarrillos proscritos e inacabables pintas de cerveza. Estas im¨¢genes son las que convierten la voz de Elvis Costello en algo identificable a la primera y lo que le permite servir en bandeja maravillas vocales como las que suenan en Veronica, Allison o Brilliant instant. Ya no salen cantantes como ¨¦ste.Al final, los aplausos del p¨²blico obligaron a Costello a ofrecer hasta tres bises, forzando que la hora de finalizaci¨®n del concierto llegase hasta la medianoche y estirando en la medida de lo posible la mejor, probablemente, de cuantas veladas musicales con marca de whisky se han producido durante este verano en la capital.